4 febrero 2004

Trabajo de campo

Hoy ha sido un día muy excitante, sobre todo para José Miguel y Carlos Cabrera, pues en su zona es donde ha tenido lugar la actividad principal. Carlos, mano a mano con Mohamed Farouk, ha estado descubriendo lentamente el muro lateral de la pirámide de Hery. En la parte más metida en la colina se conserva parte de la pintura que cubría el enlucido del exterior de la pirámide. Buscábamos la esquina que nos permitiera saber dónde

estaba el muro trasero y, por tanto, las dimensiones de la base completa de la pirámide, pero no ha habido suerte, por ahora.

Unos 900 años después de que Hery fuera enterrado, en Época Saita, a principios del siglo VII a. C., la pirámide de Hery debía encontrarse ya bastante derruida; lo suficiente como para que entonces se cavara un pozo en su interior y se depositaran vasijas de tamaño considerable, unas llenas de lino y otras de cereal. José Miguel y Nadi han estado excavando el pozo con sumo cuidado, asistidos por Oscar. Todo apunta a que se trata de un depósito funerario, pero puede ser prematuro opinar, pues todavía no hemos llegado al fondo, y pudiera tratarse de un pozo de fundación de época de Hery que fue reusado muchos años después. Las cerámicas y el lino se conservan en muy buen estado, incluso las cuerdas anudadas en las asas de las vasijas y las guirnaldas de hojas trenzadas.

Por encima de la tumba de Djehuty, donde se encontraba Tagi excavando, ha salido al final de la mañana un máscara preciosa moldeada en lino, estucada en color rojizo y probablemente cubierta de pintura negra.

Trabajo de gabinete

Luis está a punto de finalizar su trabajo con “la tabla del maestro”. Un gran trabajo que estamos deseando ver completado. Arriba, en la jaima, María José continúa trabajando con la cerámica. Probablemente pueda completar una gran vasija que salió el año pasado en el pozo de la pirámide con los fragmentos que hemos descubierto hoy. Es un trabajo que requiere paciencia y tiempo.

Vida cotidiana