4 febrero 2002

Trabajo de campo

Hacemos una semana en Egipto!

Se había acordado con Alí el contratar hoy a cuatro trabajadores más, pero dado que la actividad de ayer fue tan frenética, por la noche decidimos no aumentar el ritmo y no variar el número para poder controlar mejor las distintas tareas que se desarrollan al mismo tiempo.

Un grupo se concentró en limpiar por encima de la tumba, en el sector Oeste, con vistas a planear como rehacer la techumbre del patio de entrada. Otro grupo siguió limpiando en el sector Sur, sacando a la luz más adobes de una de las paredes laterales del patio.

Un tercer grupo continuó en el sector Este, hallando varios trozos de tela de lino, muchos huesos de un tamaño notable, fragmentos de cerámica y un cono funerario de gran tamaño, pero sin inscripción. El tractor retiró cinco remolques y medio de la pila de escombros que acumulamos el primer día.

A primera hora de la mañana, Alicia, Antonio, Andrés y Marga establecieron el punto cero de la excavación, que sirve para determinar la topografía del yacimiento y trazar las cuadrículas. Éstas sirven para hacer una planimetría completa, en la que se situan con mediciones precisas todos los hallazgos. El punto cero no debe variarse a lo largo de las siguientes campañas

Con los trabajadores en plena actividad es difícil poder realizar bien la planimetría, por lo que acordamos con el Inspector Mahmoud Musa que se viniera a comer con nosotros y volver por la tarde un par de horas al yacimiento.

Trabajo de gabinete

Durante parte de la jornada, Alicia y Antonio estuvieron organizando y tratando los materiales hallados.

Se aplicó Paraloid para consolidar cerámicas, huesos, fragmentos de estuco policromados, etc. Los numerosos fragmentos de lino se limpiaron y se envolvieron en papel japonés, protegiéndolos después de la luz en cajas opacas.Ana sacó fotos a los niveles y estructuras descubiertas. Luego, se unió a José Manuel en la jaima para seguir redactando fichas, haciendo un estudio previo de los objetos hallados y dibujándolos. El cono funerario de Djehuty se limpió y se copió la inscripción.

A las diez y media de la mañana recibimos una doble visita. Por un lado llegó José Manuel con Mohamed el-Bialy, y poco después lo hizo el egiptólogo alemán Daniel Poltz acompañado de Myriam Seco. Daniel es el director del equipo del Instituto Arqueológico alemán que excava junto a nosotros en Dra Abu el-Naga, concentrándose en las tumbas del Segundo Periodo Intermedio que aun no están identificadas.

En la charla que mantuvimos, nos adelantó su hipótesis de que las tumbas de los reyes de comienzos de la dinastía XVIII, Ahmose y Amenofis I, y la tumba de la reina Ahmose-Nefertari se encuentran excavadas en la misma colina donde están las tumbas de Djehuty y de Hori. Este hecho explicaría la ubicación de la tumba de Hori, un alto personaje del reinado de Ahmose. Su tumba, además, es la más antigua con decoración que se conoce de la dinastía XVIII, y es un importante eslabón entre esta época y el periodo anterior (el Segundo Periodo Intermedio).

a semana que viene tendremos la oportunidad de visitar su concesión arqueológica y discutir sobre el terreno a cerca de la necrópolis de Dra Abu el-Naga.

Vida cotidiana