Hoy ha sido el último día de Sergio, por lo que se ha dedicado a terminar de documentar las capillas de ofrendas construidas en adobe y la pequeña excavación que hizo delante de la de Ahmose y donde halló un ataúd infantil de la dinastía 17. Con este propósito, ha estado realizando fotogrametrías de las capillas ya bien limpias y sus alrededores y, además, del ataúd infantil. Sergio ha demostrado saber combinar muy bien su formación de arquitecto con la de arqueólogo, lo que supone una valiosa aportación al equipo del proyecto y, además, ha demostrado ser un gran compañero. Le echaremos de menos; y esperamos que sus estudios en Estados Unidos le permitan el año que viene venir más tiempo a la campaña.
Laura y José Miguel están sacando a la luz unos niveles muy interesantes alrededor de la capilla de adobe, donde se superponen cerámicas de la dinastía 17 y comienzos de la 18 sobre cerámicas de finales del Reino Medio y comienzos del Segundo Periodo Intermedio. A pesar de que la mayoría de los materiales no se encuentran en su lugar original y han sido acumulados en montones por los saqueadores, puede reconstruirse bastante bien la estratigrafía y la sucesión de usos del terreno a lo largo de un lapso de tiempo de algo menos de un siglo.
Ahora que Sergio terminó su estudio de las capillas de adobe, Pía, Suni y Carmen han estado planificando la conservación de las estructuras y la consolidación de la pintura en los lugares donde todavía se conservaba. Dentro de las tumbas, la restauración de las paredes va cogiendo ritmo, gracias a la buena compenetración entre los restauradores españoles y los egipcios. Fatma, Siham y Hussein son encantadores y muy trabajadores.