El calor ha comenzado a apretar hoy por primera vez en la campaña. Parece que vamos a pasar de golpe del frío y los costipados al calorazo y la crema de protección. Los que excavan en el exterior son los que tienen que tener cuidado con el exceso de sol, sobre todo Laura. En la zona de José Miguel todavía no ha salido a la luz el brocal del pozo, pero sí hemos hallado algunos fragmentos de inscripciones de comienzos de la dinastía XVIII que pudieran ser un buen augurio.
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Vista del yacimiento desde la zona de José Miguel.
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Fragmento de una estela de comienzos de la dinastía XVIII.
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Ana y Curro procesando linos de la tumba de Carlos.
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Rifai y Mohamed avanzan a buen ritmo rematando con mortero la restauración de la tumba de Hery.
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Cisco ha encontrado hoy un nuevo fragmento de la pared derecha de la tumba de Hery.
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Fragmento de la estatua de Ay que pega con otro fragmento del año pasado.
Salima y Cisco están excavando en la tumba paralela a la de Hery. El terreno está muy revuelto debido a las distintas reutilizaciones y robos, pero ello no quita para que se pueda encontrar material interesante. Hoy, por ejemplo, hemos hallado un fragmento de la estatua de Ay que tiene escrito lo que vendría justo después de su nombre: el determinativo semántico de nombre masculino y el epíteto “justificado de voz”, que indica que el difunto ha superado con éxito su juicio final, es decir, que se le ha considerado inocente de los cargos/pecados de los que se el acusaba. Este fragmento pega con otro que encontramos el año pasado con el nombre de Ay inscrito.
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Impronta de un cono funerario de Ra, supervisor del doble granero del Alto y Bajo Egipto.
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Entrada al pozo dentro de la tumba de Carlos.
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Perfil de bronce de un ojo, probablemente de una estatua de madera, hallado en el pozo que excava Carlos.
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Pía y Lucía recomponen uno de los cartonajes de la dinastía XXII hallados hace un par de años.
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Carmen limpia con esmero la escena del jefe de Punt en la tumba de Djehuty.
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Vista desde el patio del Marsam.
Por su parte, Carlos está excavando el pozo dentro de la gran tumba de la dinastía XII. También está muy revuelto el terreno que lo rellena, pero aún así hoy ha encontrado un ojo de bronce precioso, probablemente de una estatua de madera de muy buena calidad. Si bien Carlos está protegido del sol, dentro de la tumba se traga mucho polvo y se hace bastante duro trabajar mucho tiempo en el interior. Por suerte, sus trabajadores son muy majos y animados, y de vez en cuando se arrancan a cantar en grupo para animar la faena.