30 enero 2009

Este viernes, nuestro día de descanso, el mudir ha recibido la esperada visita de su familia y ha pasado el día disfrutando de su compañía. Por su parte, Pía, Leandro, María José, Nieves y Parra han realizado uno de las tradicionales visitas culturales de la orilla oeste: recorrer la cima del acantilado que va desde Deir el-Bahari hasta Deir el-Medina y permite seguir el mismo camino que, milenios atrás, realizaban los obreros del faraón cuando acababan su jornada laboral. Nieves es la primera vez que está en Egipto y ha tenido la misma reacción de asombro que todos tuvimos en su momento. Es una de esas experiencias que merece la pena vivir.

Mientras parte de nosotros se paseaba por la cima del acantilado tebano, otros preferían realizar el recorrido a ras de tierra, aprovechando el día de asueto para visitar el poblado de los trabajadores de Deir el-Medina y el resultado de su trabajo: el valle de los Reyes y las tumbas que en su momento cobijaron las momias de los faraones del Reino Nuevo. Lo más curioso de la visita del mudir y su familia ha sido comprobar cómo se combinaban el mundo tradicional y el moderno: ver a un gafir (vigilante de un yacimiento arqueológico) viajando en burro mientras contestaba atento la llamada recibida en su teléfono móvil de última generación.

No todos nos hemos quedado en la orilla occidental. Para no perder su costumbre de todos los años, Curro ha cruzado el Nilo para visitar uno de los grandes templos tebanos. Esta vez el elegido ha sido el templo de Luxor, pues por mucho que uno lo visite, siempre hay algunas fotos que hacer para completar nuestros archivos fotográficos. Por su parte, Elena, Andrés, Gemma y Carlos se han quedado en el Marsam. Aunque estemos en Egipto, sigue habiendo obligaciones ineludibles: artículos que han de entregarse en la fecha debida y conferencias de última hora que hay que preparar para que salgan perfectas. Claro, que también hay tiempo para ponerse a dibujar acuarelas. No obstante, todos nos reunimos para comer juntos en el “ibicenco”. Mañana volveremos a la normalidad, Djehuty nos espera.