30 enero 2007

Djehuty poco a poco se va dejando ver en las paredes de su tumba. Ya teníamos una estupenda estatua suya a la entrada, junto a un pozo de ofrendas (que todavía no hemos excavado) y una gran inscripción autobiográfica. En algunas de las paredes que estaban a la vista también aparecía él, generalmente detrás de una mesa de ofrendas repleta de comida, bebida y ungüentos. Ahora, la excavación de la capilla va descubriendo una nueva estatua suya, acompañado de su madre y su padre, dentro de un nicho. Es el santuario a su memoria, el «sancta sanctorum» del templo en su honor que es lo que nosotros llamamos, incorrectamente, «tumba».

Salima, acompañada siempre de un gran sentido del humor, ha continuado examinando las momias de ibis, el ave que encarna al dios Tot y cuya figura es el signo jeroglífico utilizado para escribir el nombre de Djehuty. Tal vez, el nombre de Djehuty y el hecho de que, antes de trasladarse a Tebas, hubiera sido el jefe de los sacerdotes del templo de Tot y el gobernador de su provincia, hayan motivado que se tumba y aledaños se reutilizaran como cementerio de ibis.

El depósito funerario del patio de Djehuty se complica a medida que se va excavando. Lo que parecía, efectivamente, el depósito de las vasijas y flores utilizadas en un ritual funerario o en el banquete en honor un difunto, ahora se va convirtiendo en un enterramiento humilde algo revuelto, o en el depósito de los restos de un enterramiento cercano. La duda ha surgido hoy con el descubrimiento de huesos humanos y restos de ataúd. Los huesos parecen ser de una mujer. Los restos de ataúd en su mayoría han perdido la pintura, pero la poca pintura amarilla que conserva en una de las tablas parece datar la pieza a finales de la dinastía XVII o principios de la XVIII. Algunas vasijas las encontramos ahora enteras.

La excavación en los dos pozos continúa. Kamal ya casia a vaciado una de las cámaras sepulcrales. Ibrahim, sin embargo, todavía trabaja a la entrada de las cámaras. Los dos pozos parecen haber sido originalmente de la dinastía XVIII, pero fueron reutilizados, probablemente, en el Tercer Periodo Intermedio.