3 febrero 2016

Tal día como hoy, hace quince años y un día, abrimos por primera vez la tumba de Djehuty. Por entonces lo único que se veía era la puerta de entrada, y nada del patio, nada de la fachada de tumba de Djehuty, ni de la tumba intermedia, ni la de Baki y Ay. El poblado de Dra Abu el-Naga estaba todavía en pie y en plena actividad, lo que provocaba inevitablemente que la hondonada de la entrada se convirtiera en un pequeño vertedero. Con esa imagen parecía complicado buscar patrocinador para el proyecto. Pero se consiguió… y aquí seguimos. Este es un buen día para dar las gracias de corazón a todos los que creyeron y apoyaron el proyecto. A los amigos de Telefónica Móviles que vieron el potencial del proyecto todavía en germen, a los amigos de la Fundación Cajamadrid que reconocieron el valor científico de nuestro trabajo, y muy especialmente a nuestros amigos de Unión Fenosa Gas que , entre otras cosas, comprenden el valor social y de cooperación con Egipto.

También es un buen momento para recordar a todos los profesionales que han pasado por el Proyecto Djehuty, sobre todo a los que ya no están entre nosotros, bueno, siguiendo la filosofía de los antiguos egipcios sí que siguen con nosotros, porque les recordamos en muchas ocasiones, en los momentos buenos, con una Stela en la mano, al restaurador Leandro de la Vega que consiguió subir la montaña tebana y disfrutar de las vistas desde lo alto, a la entomóloga Isabel Izquierdo, que defendió los principios de la investigación científica en circunstancias adversas una tarde en El Cairo, a Ahmed Fahmy, arqueobotánico egipcio con quien compartimos momentos entrañables en el Marsam…

Quince años dan para mucho, y para muchos, mucha gente… a todos ellos les damos las gracias, porque cada uno a su manera, con sus aciertos y errores, han contribuido a que lleguemos hasta aquí… Sólo cabe esperar que los años venideros sigan siendo tan productivos y tan humanamente enriquecedores como los que hemos vivido. Igual que los antiguos egipcios, porque amaban tanto la vida, le daban muchas vueltas a la muerte, nosotros, excavando en la necrópolis, tratamos de valorar y apreciar cada instante de la vida.