3 febrero 2014

Hoy es el único día que vamos a estar todo el equipo en el yacimiento, pues ayer llegó Joel, que va a estudiar los dientes de las momias, y esta noche se irán Lucía y Cisco. Y es que, por distintas circunstancias, no todos pueden venirse las seis semanas de campaña. Por ejemplo, Lucía está ahora en la universidad de Basilea con una beca posdoctoral del gobierno suizo, y Cisco trabaja en el Griffith Institute de la universidad de Oxford y viene a la campaña cogiéndose días de vacaciones. Coincidiendo todos hoy, hemos organizado una foto de todo el grupo en el yacimiento a primera hora de la mañana. Luego, Hassan y Broston han comenzado su show particular cantando en plan Pimpinela, mientras el resto de los trabajadores les jaleaban. Y terminó la fiesta Fadel, entonando “Mambo Sudani” y todos dando palmas.

A los veinte minutos ya estaba la excavación en plena actividad, cada uno en su lugar. En el segundo pozo ya hemos descendido casi dos metros. Una peculiaridad que no sabemos explicar todavía es que, a metro y medio de profundidad, cada uno de los dos laterales tiene siete agujeros dispuestos en horizontal de lado a lado, enfrentados unos a otros, como para atravesar el hueco del pozo con troncos, pero ¿para qué? No parece que sea para ayudar a descender cosas o personas, pues no haría falta siete y no convendría cubrir todo el hueco.

En la zona del Sector 10 que supervisan Carlos y José Miguel se definen cada vez más claramente la entrada a tumbas que se abren en la ladera colina a la altura que equivaldría al segundo piso. Las entradas aparecen definidas por muros de adobe y por tener la roca madre tallada formando un ángulo. Por otro lado, al sur, los trabajadores de Angie han descendido otros veinte centímetros en sus respectivas cuadrículas. La expectación va en aumento.