3 febrero 2013

Retomamos hoy el diario, ahora en “tiempo real”, después del lapso de dos días para contaros el hallazgo del ataúd. En el Sector 10 la actividad sigue siendo constante. Hoy es el último día de José Miguel en la excavación, pues regresa mañana a Sevilla. A primera hora de la mañana ha estado con Pito tomando las fotografías finales de las estructuras de adobe en el límite norte del sector, después de que Hassan cepillara la zona la zona. Otro de los grupos de José Miguel ha descendido ya cinco metros en el pozo delante de la capilla. El pozo se estrecha un poco a esta profundidad, y mide dos metros y medio de largo por uno de ancho. El terreno sigue siendo suelto y sale bastante cerámica, la mayoría de comienzos de la dinastía XVIII o finales de la XVII. Mañana recogerá el relevo el mudir, y se encargará él de seguir excavando el pozo con Ibrahim.

Al otro lado de las tumbas de Djehuty y de Hery, el sector que supervisa Gema está proporcionando bastante material de época romana, entre cerámica y lucernas, lo que relaciona esta zona del exterior con el material que hallamos excavando en el interior de las tumbas de Baki y de Ay el año pasado. Carlos, por su parte, en el sector ubicado por encima de las fachadas de la tumbas, ha hallado un fragmento de una estela tallada en relieve que muestra a un hombre, probablemente un rey, ofreciendo dos vasijas de vino a una divinidad, probablemente el dios Amon. El estilo de la talla recuerda al de la época de Tutmosis III.

A la entrada de la tumba de Djehuty, Lucía está juntando muchos de los fragmentos de mortero y estuco con restos de texto escrito que hallamos sobre el suelo cuando excavamos, hace ya tres años, la cámara sepulcral de Djehuty. Para ello hay que conocer bien el Libro de los Muertos y estar muy familiarizada con los signos jeroglíficos cursivos para reconocer hasta los que están desvaídos. Y en la sala más interna del monumento de Djehuty, Nacho ha montado ya el esqueleto principal del techo de hierro, ajustando al milímetro la estructura a las paredes y diseñando un sistema por el cual se pueda subir y bajar la reja. Todo un diseño de ingeniería y, mejor aún, ingenioso.