La excavación de hoy ha estado cargada de emoción. Por un lado, en la zona supervisada por Laura han salido a la luz dos sarcófagos de barro en miniatura. Los denominamos modelos o maquetas, y tratan de reproducir fielmente cómo sería el sarcófago del personaje en cuestión para actuar de sustituto en caso de necesidad. Están hechos de barro sin cocer, de forma tosca. Dentro reposa una figurilla con forma de ataúd antropomorfo o de momia, y suele llevar el nombre del personaje inscrito en jeroglíficos cursivos o hierático. La tapa del sarcófago de mayor tamaño se ha roto y de la figurilla en su interior sólo se puede ver, por ahora, su rostro amarillo y la peluca azulada.
Después de la primera sesión fotográfica, levantamos la tapa del sarcófago pequeño, para descubrir una figurilla de madera pintada de blanco y con bandas amarillas. La que ocupa la parte central tiene una inscripción en vertical que menciona el nombre del propietario, “El Osiris, Di”. Al final de la jornada levantamos los dos sarcófagos y los documentaremos a conciencia cuando tengamos un tiempo tranquilo.
Por su parte, Marisol ha desenterrado un nivel de suelo sobre el cual reposan varias vasijas en miniatura. La vasijas vuelven a ser réplicas en miniatura de las originales de mucho mayor tamaño. No sirven para nada práctico, no sirven para hacer ofrendas, y es que ellas mismas son la ofrenda. En unos días pretendemos hacer una micro-excavación y documentar al detalle las dos figurillas.