29 enero 2017

Hoy ha sido un día más o menos normal, con la actividad cotidiana en cada uno de los frentes. En el pozo de José Miguel, a casi nueve metros de profundidad, él y Yuma están excavando un enterramiento, probablemente de la dinastía XVII o comienzos de la XVIII. Por dentro de la cámara debió correr mucha agua, lo que ha producido que el terreno de relleno se compactara, que parte del techo se desprendiera y que la madera del ataúd llegara casi a pulverizarse. Aún así, además de los huesos del individuo, en el nivel más superficial ha salido a la luz una pequeña cerámica de una calidad muy buena. David, por su parte, ha seguido excavando en la tumba que tiene el techo colapsado y hoy ha quedado a la vista parte de la decoración pintada de la sala transversal, lo que hace albergar alguna esperanza de que pueda haber más decoración original conservada bajo los escombros.

Este año el Servicio de Antigüedades nos ha asignado dos “becarios”, una chica aprendiz de inspectora, que se llama Nahla, y otra aprendiz de restauradora, que se llama Fatma. Ambas son muy simpáticas y muy dispuestas. El ambiente en el yacimiento no puede ser mejor. El muro del nuevo cerramiento de la fachada de Djehuty sigue creciendo. Nacho supervisa a los canteros, y los restauradores mientras tanto , consolidan la parte de arriba donde irán apoyadas las vigas.

Salima y Cisco han sacado de la cámara anexa a Hery más momias y restos humanos. Algunas de las momias se encuentran en muy buen estado, sin haber sido violentadas por los saqueadores. Será interesante radiografiarlas dentro de unos días. Junto a ellos, en la penumbra de las entrañas de la colina, Lucía intenta juntar y ubicar más fragmentos de relieve de las paredes de la tumba de Hery. Al final de la jornada hemos visitado la tumba de Montuherkhepeshef, que está muy cerquita, para comparar algunas escenas con las de la sala más interna de la tumba de Djehuty. Ambos personajes son casi contemporáneos, los dos eran oriundos del Egipto Medio y decoraron sus tumbas con escenas poco frecuentes que reproducen rituales funerarios por entonces caídos en desuso.