Nos vamos acercando ya al ecuador de la campaña y los objetivos se van cumpliendo según el plan. Tan importante como la excavación y los descubrimientos son todos los demás trabajos que se desarrollan a la par, como la restauración, el estudio de la cerámica, la epigrafía, etc. Cada día, Andrés consigue colocar algún fragmento de relieve en una de las paredes del monumento funerario de Djehuty. Este trabajo es imprescindible para luego restaurar las paredes devolviéndolas su forma original lo más completa posible. De todas formas, Leandro y Nieves han empezado ya a limpiar y consolidar la capilla de Djehuty, pegando las lascas que corrían mayor riesgo de desprenderse de la pared.
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Andrés, de cara a pared, busca restos de signos jeroglíficos en una zona muy dañada.
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El minucioso trabajo de Andrés tiene sus recompensas.
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Nieves y Leandro rellenan grietas en la capilla de Djehuty.
La excavación en la cámara funeraria de Djehuty prosigue lentamente, en parte debido a los grandes bloques de piedra que van saliendo a la luz en toda la sala. Todavía nos queda un metro de potencia por excavar y da la sensación que las piedras van a llegar hasta el suelo. En superficie, la cerámica de la dinastía XVIII se mezcla con la ramésida tardía y con la de época Saita; ya veremos que ocurre en los niveles más bajos.
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Gemma, Kamal y Salem en la cámara funeraria de Djehuty.
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Curro y Mohamed el-Asab excavan la tumba de la dinastía XI.
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A la una de la tarde termina la jornada y, hoy jueves, hay paga.
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La inspectora Hekmat encuentra un momento para la lectura.
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Dimitri Laboury y David Aston visitaron hoy el yacimiento.
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Kamal y Andrés no paran de hacerse bromas...
En el patio de entrada a la tumba de Djehuty prosigue también la excavación a ritmos lento, en este caso debido a las condiciones tan difíciles que supone el excavar por debajo del muro de Djehuty. Mohamed el-Asab ha de llevarse mucho del mérito. Hoy es jueves, día de paga. Tenemos contratados a ochenta trabajadores, y la semana que viene tomaremos a diez hombres más. La mayor parte de ellos están dedicados a la limpieza de la extensión al suroeste del yacimiento. Gracias a la eficiencia del rais Alí y a la ayuda de la inspectora Hekmat, la tares se hace más llevadera y rápida.