Hoy hemos vuelto a comenzar el día sacando fotos del Sector 10 Sur, lo que ha motivado que la mayoría de los trabajadores estuvieran desocupados la primera hora, circunstancia que ha aprovechado el rais Ali para reconducir a muchos de ellos a ayudar a la cuadrilla de Ibrahim. Así, en la tumba de debajo del muro de Djehuty hemos avanzado hoy enormemente, retirando la parte de la ceja/dintel que se hundió con la primera gran riada en torno al año 2000 a. C. Ahora ha quedado despejado el pasillo central y parece que se observa a la entrada, ocupando su metro de anchura, una oquedad en el suelo de poco más de dos metros. Las medidas son las que tienen los pozos funerarios. Puede ser coincidencia o no. Mañana sabremos si la oquedad se queda en sólo unos centímetros o si desciende más y se confirma que se trata de un pozo.
La restauración dentro de las dos tumbas, de Djehuty y de Hery, avanza a muy buen ritmo. Miguel Ángel ya ha colocado varios fragmentos en la pared izquierda del pasillo de Hery. Por otro lado, en el almacén del Servicio de Antigüedades, Pía lleva muy avanzada la restauración del ataúd de Neb. Una de las operaciones más complicadas era recortar y extraer un trozo grande de pintura que estaba muy levantado de la madera, para limpiar la zona y volver a asentar el trozo en su sitio, pero ahora pegado a la madera.
Cisco continúa excavando en la galería subterránea que se abre en mitad del pasillo de la tumba intermedia, entre Djehuty y Hery. Mientras, Salima y Megan analizan los huesecillos, identificando nuevas especies que fueron momificadas y depositadas aquí, en el siglo II a. C. La verdad es que Cisco, Salima y Hassan están tragando polvo de lo lindo, pero dicen estar encantados, descubriendo cosas muy “chulas”. Dicen también tener todas sus notas listas para publicar un artículo científico de impacto en un futuro muy próximo. Efectivamente, el objetivo de nuestra excavación es la investigación científica, estudiar, analizar lo hallado y publicarlo.