28 enero 2012

El pozo funerario de Hery ha resultado tener casi siete metros y medio de profundidad. Ya hemos alcanzado suelo, por lo que mañana Kamal y Salem comenzarán a excavar en otro lugar. Mientras tanto, Ibrahim ha seguido excavando en la zona entre la cámara más interna de la tumba de Hery y la de Baki. Otro día más, han salido una docena de shabtis de color azulado. Y un poco más arriba, en la tumba de Baki, los grupos avanzan a gran velocidad, retirando una gran capa de derrubio moderno, formado principalmente por paja y detritus de un pesebre utilizado no hace mucho tiempo. Lo importante aquí es que hoy hemos confirmado que lo que nosotros llamábamos “la tumba de Baki” es, en realidad, la unión de dos tumbas, cada una con su entrada y cuyo muro de separación fue en algún momento derruido. Por eso por dentro parece una gran “caverna” (como la llamó Champolion cuando entró en ella en 1829), y nos resultaba tan difícil deducir la planta de la tumba siguiendo las aristas del techo, y es que eran dos tumbas en origen separadas.

En la excavación del exterior hoy han abundado los conos funerarios, tanto en el sector de Carlos, por encima de las tumbas, como en el sector 10. En este último, en una de las cuadrículas supervisadas por José Miguel, hemos hallado el torso de una pequeña estatua de caliza policromada. Tal vez formara parte de la misma figura cuyos pies hallamos días atrás.

Hoy hemos tenido de visitantes en el yacimiento a dos miembros de la misión española, de la universidad de Jaén, que trabaja en Asuán, en la necrópolis de Qubbet el-Hawa. Marta y Linda estaban especialmente interesadas en ver nuestra cerámica y en cómo Roxie analiza los huesos humanos. Al final de la jornada nos hemos acercado al Valle de los Reyes, a ver cómo ha quedado la restauración del sarcófago de Merneptah, en la que trabajó el rais Ali durante el verano dentro de la propia tumba del faraón.