En estos días extraños, esperando un email que no terminaba de llegar, también visitamos dos misiones arqueológicas egipcias. El director de la primera es Tarek el-Awadi, y está excavando en el templo del valle del complejo funerario de Hatshepsut en Deir el-Bahari. Cerca de su zona excavó a principios de siglo XX Howard Carter y luego también el Museo Metropolitan de Nueva York. Tarek ha sacado a la luz parte de la calzada que unía el templo del valle con el templo funerario y, además, numerosos fragmentos de relieve con la policromía muy bien conservada. Pero lo más espectacular es un depósito de fundación de Hatshepsut con los objetos conservados en perfecto estado y con la inscripción perfectamente legible, desde mazas, punzones y azadillas de madera, algunas con la parte de metal atada con una tira de cuero, hasta cestas de fibra de papiro.
La otra visita fue a nuestros vecinos de Dra Abu el-Naga, bajo la dirección de Ahmed Tayib y de Mohamed Beebish. Ahmed nos ha mostrado los pozos funerarios que han sacado a la luz los últimos meses y las tumbas del Reino Medio talladas en la roca de la montaña. Su yacimiento es muy similar a nuestro Sector 10 y 11, y los materiales hallados también, por lo que la cooperación entre las dos misiones es fundamental.
También en Dra Abu el-Naga está trabajando una misión arqueológica de la universidad de Menfis, EE.UU., en la tumba de Panehesy (TT 16), de época de Ramsés II, Suzanne Austin nos ha explicado detalles de la decoración de la tumba. Destaca el techo pintado con aves acuáticas alzando el vuelo y que, para realzar el movimiento, los artesanos y artistas dejaron el techo con ondulaciones. Igual hicieron con la representación del árbol de la vida, que se sirve de una protuberancia en la roca para darle volumen a la copa del árbol.
Hoy se incorporan al grupo cuatro miembros más. Y mañana iremos a El Cairo a por los permisos y a firmar el contrato. Todo parece estar ya a punto para comenzar el trabajo en el yacimiento. Crucemos los dedos.