El pozo que controla Gemma, junto a la fachada de la tumba, ayer alcanzó ocho metros de profundidad. Fue entonces cuando, en el lado estrecho más próximo a la fachada, salió a la luz la parte de arriba, el dintel, de la entrada a la cámara sepulcral. Fue un hallazgo esperado, pues el día anterior se notaba la tierra muy húmeda y caliente en esa zona. Cuando se abrió un hueco en la entrada, introdujimos un termohigrómetro, que nos informó que la humedad dentro de la cámara era del 80%, un dato similar al del otro pozo de Djehuty. Con una linterna pudimos iluminar el interior y comprobar que se trata de una cámara relativamente grande, de unos tres por tres metros, y llena de tierra casi hasta el techo, con grandes bloques de piedra en la superficie. Primero terminaremos de excavar el pozo (la entrada tendrá alrededor de un metro de altura) y después pasaremos dentro.
Andrés, Parra y Miguel han estado parte de la mañana trabajando en la “capilla ramésida”, la sala de una pequeña tumba que hallamos el año pasado cuando excavábamos por encima de la tumba de Hery buscando el origen de la caída de escombros dentro de su sala más interna. Esta pequeña tumba está a unos cuatro metros por encima de Hery, en el “tercer piso” de tumbas en la falda de la montaña. Las paredes fueron recubiertas con un grueso mortero y pintadas, conservándose la mitad inferior de la decoración. La escena más interesante es una escena de telares, manipulados por niños desnudos. El estilo es claramente de época ramésida, casi trescientos años posterior a Djehuty.
En la cámara pintada hoy ha salido una cuenta más de cornalina del collar de Djehuty. Arriba del pozo, Nieves sigue restaurando las paredes de la cámara más interna. En el exterior, Curro y Angie están haciendo la revolución, reorganizando todo el material acumulado de las pasadas campañas para que sea más fácil luego encontrar las cosas. Y hoy hemos recibido la visita de dos compañeros del CSIC, Esther Hernández y Manolo Molina con dos sus hijos. Es una alegría recibir a gente de casa y compartir con ellos nuestra aventura.