Trabajo de campo
La cuenta atrás…
Esta mañana nos encontramos con un ambiente muy diferente al que nos habíamos acostumbrado en estas semanas. El silencio y la quietud nos resultaban un tanto extraños después de la algarabía y el jolgorio que reinaba cada día en el trabajo. Es imposible no sentir melancolía y a nuestro querido ‘rais’ Alí se le notaba especialmente afectado por nuestra próxima partida.
Pese a todo, el trabajo ha de continuar. Hoy Alí y los cuatro trabajadores que aún permanecen con nosotros (Sayed Ahmed, Mahmoud, Hamdi y Sayed Mahmoud), comenzaron a instalar la valla que delimitará nuestra concesión. El área en cuestión abarca las tumbas de Djehuty y Hori, así como un espacio de 20 metros al norte de Hori. De este modo pretendemos protegerlas tanto de las cabras del lugar como de los posibles ‘visitantes’ locales y del vertido de basuras.
A media mañana nos vino a visitar el egiptólogo alemán Daniel Polz y su equipo. Nuestros vecinos quedaron deslumbrados por los relieves que decoran las paredes de la tumba de Djehuty. Pero lo que realmente les dejó boquiabiertos fueron los relieves dela tumba de Hori, de una calidad y detallismo desconocidos para una tumba privada de comienzos de la dinastía XVIII. Al finalizar la visita nos pronosticaron no 20, sino 40 años de trabajo!
El equipo ha vuelto hoy a trabajar por la tarde para tratar de dejar el estudio y conservación de los materiales lo más terminado posible. Antonio y Alicia han realizado el inventario final de los materiales. Andrés se ha dedicado a hacer fichas de los numerosos fragmentos de relieve e inscripciones. Ana, con la ayuda de Marga, prosiguió con la tarea de documentar fotográficamente los materiales más significativos. José Manuel pasó la mañana terminando de dibujar las inscripciones de los conos funerarios. Por la tarde, se fue a la Chicago House para consultar en el archivo las fotografías que Schott, Seele y el Metropolitan Museum of Art hicieron en los años veinte de la tumbas de Djehuty y de Hori.