26 Enero 2020

El pozo que están excavando David, Ana y Gamal tiene una profundidad de casi cuatro metros y al fondo se abren dos cámaras sepulcrales en los extremos. Comenzaron por la que se abre hacia el este. Después de retirar unos treinta centímetros de tierra y piedras, ha comenzado a salir a la luz el cuerpo de un individuo momificado. A pesar de que los saqueadores le han maltratado, separando el cráneo de la columna vertebral y retirando parte de su vendaje, el cuerpo se conserva en muy buen estado. Dentro de unos días, Jesús nos aportará más detalles de la persona en cuestión.

Después de cubrir y proteger el jardín original, nos hemos dado cuenta de que también interesa proteger lo más posible a la réplica, por lo que hemos comenzado hoy a sanear el perfil más próximo al lugar donde se ubicará. Para ello, hemos tenido que montar un pequeño andamio, al que se subido Ibrahim para comenzar retirando las piedras sueltas y la tierra desde arriba hacia abajo. No muy lejos de él, una vez Sergio hubo terminado de hacer la última fotogrametría del conjunto funerario, Carmen, Siham y Hussein comenzaron a limpiar y consolidar la capilla de adobe que perteneció a Ahmose. Retiran con cuidado la tierra suelta, para luego rellenar los espacios libres con mortero y darle así mayor consistencia a la estructura.

Hoy se ha unido al equipo André Veldmeijer, especialista en sandalias de cuero del antiguo Egipto. Se ha quedado impresionado por la calidad de las sandalias rojas que hallamos el año pasado, recalcando el carácter excepcional de su decoración repujada. De las bolas de cuero que salieron junto a ellas, ha mencionado que el cuero blanco es poco frecuente y que también pueden considerarse excepcionales. Por último, de las pequeñas sandalias halladas este año ha recalcado lo bien conservadas que están. Es una suerte contar con sus conocimientos y experiencia para el estudio de las piezas de cuero, lo que ayudará a revalorizar nuestros hallazgos y posibilitará varias publicaciones científicas de impacto.