26 enero 2004

Trabajo de campo

Después del vendaval que se desencadenó anoche y que cubrió el suelo de nuestros cuartos de arena, hoy ha amanecido un día espléndido, de una claridad transparente. En el yacimiento nos estaba esperando el Inspector Ramadán. Hacía seis días que no venía porque se le había muerto su cuñada y en el sur es costumbre guardar cinco días de luto, recibiendo en casa a familiares, amigos y vecinos que se acercan para dar el pésame. En su ausencia, estuvo con nosotros el Inspector Aezz. La verdad es que los dos son muy colaboradores y amables con nosotros, lo que facilita enormemente nuestro trabajo.

La excavación va avanzando a paso firme. En la zona de delante de las tumbas, supervisada por Marga y Gemma, ya estamos descendiendo hacia los patios, y están apareciendo numerosos fragmentos de relieve. Las terrazas de la parte por arriba de las tumbas ya casi han llegado a la altura de la pirámide que corona la fachada de la tumba de Hery.

Trabajo de gabinete

A media mañana recibimos la visita de Mahmoud Mabrouk, un importante cargo del Ministerio de Cultura y del Servicio de Antigüedades, y que ya nos visitó dos veces el año pasado. Ahora venía para volver a ver la tabla de madera de época de Tutmosis III, sobre la que maestro y alumno dibujaron sendas figuras del monarca y un texto escolar. Nos comunicó que quería exhibirla en el Museo de Luxor en una vitrina como parte de la colección permanente en exposición. Menos mal que hemos traído de España todo lo necesario para investigarla en detalle, consolidarla y preservarla bien, y para poderla exhibir evitando riesgos (en la medida de lo posible). Para el “Proyecto Djehuty” esto supone un gran orgullo y estamos encantados de contribuir de esta forma a la investigación y conocimiento del antiguo Egipto y a la protección y divulgación de su patrimonio.

Vida cotidiana