Trabajo de campo
El último baile
Hoy ha sido un día alegre y triste a la vez. Nos hemos despedido de todos los obreros menos de cuatro, que nos ayudarán a poner la alambrada alrededor del yacimiento y a terminar las últimas tareas en el exterior. Como despedida, Marga organizó una pequeña fiesta durante la media hora de descanso del desayuno. Trajimos tres grandes bizcochos del hotel y dos cajas de bebidas. Los obreros empezaron espontáneamente a cantar, acompasados por una gran pandereta, y no tardaron algunos en saltar al ruedo a bailar, tanto egipcios como españoles. Gritaron vivas a España (‘Sbani’), al ‘mudir’, a ‘Bank’, al ‘rais’, a ‘Alisia’, ‘Andreas’, Antonio y Ana. Los cánticos y las palmas ascendieron hasta el campamento de los vecinos alemanes, que nos miraban desde lo alto con curiosidad y cierta envidia. La escena se volvió a repetir cuando, al final de la jornada, se les entregó a cada uno la última paga y su correspondiente ‘bakshish’. Esperamos el año que viene contar con los mismos trabajadores, y así se lo dijimos al ‘rais’ Ali (quien antes se había negado a bailar delante de sus obreros).
Por lo demás, la mañana ha sido tranquila. Encontramos en el sector Sur un cono funerario de Djehuty. En el sector Norte salieron varios fragmentos de relieve y de inscripciones en bastante buen estado, además de varios ushebtis de tonalidad amarillenta y de un segundo cono con la impronta de Djehuty. El muro de piedra que rodea el yacimiento se ha terminado, al igual que los muros más pequeños que sirven de contención de los distintos desniveles.
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Este es el aspecto que ofrece hoy el acceso a la TT 11. Nada que ver con la vista que ofrecía hace apenas 20 días.
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Perspectiva de los perfiles Este y Sur, donde se aprecian tanto los muros de adobe como los nuevos muros de contención construidos en estos días.
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A la hora del desayuno, puesto que ya van quedando pocos días de trabajo nos hemos hecho esta foto en la que estan nuestros obreros, el inspector, el aguador, nuestro rais Ali...
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Por la tarde, con otro ritmo, y rodeados de niños Andrés y Alicia se dedican a tomar distintos datos para ir completando las planimetrías.
Trabajo de gabinete
Por la tarde, después de comer ‘in situ’, vino Mohamed el-Bialy y estuvo discutiendo con José Manuel sobre la próxima campaña. En principio pondremos tres grupos de cinco obreros trabajando fuera y un cuarto grupo dentro de la tumba de Djehuty, que comenzará a excavar los escombros de la capilla del fondo. Tal vez tengamos que hacer más ancha la puerta para que el trabajo de dentro sea más cómodo.
Ana ha estado sacando fotos en la sala transversal ayudada por Marga. Andrés sigue haciendo fichas de los relieves que van saliendo, lo que parece una tarea interminable al ritmo que van apareciendo. Alicia y Antonio le han dado un gran empujón a los materiales que ya llenan prácticamente el vestíbulo de la tumba. Mañana todo el día para nosotros.
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A última hora de la mañana hemos recibido la visita de Ibrahim Souliman, jefe de los inspectores del West Bank, que venía acompañado de su mujer. Venía a intererarse por nuestro trabajo y a decirnos que sigue nuestra web!
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En el estudio de materiales que nos entretiene cada día muchas horas, hoy le tocó el turno a los restos óseos. El estudio más exhaustivo de ellos quedará para otro año.
Vida cotidiana
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Aunque esto en realidad tiene poco de cotidiano, nuestros trabajadores se pusieron a cantar y bailar en la pausa del desayuno. Antonio y José Manuel no quisieron perderselo.
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Ayer hablábamos de este trabajador comentando su buen humor. Hoy a la hora de cantar y bailar no había quien lo parase.
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Ali se ha convertido en alguien absolutamente imprescindible para el desarrollo de nuestro trabajo. Lo vemos en el vestíbulo de Djehuty después de haber comido con nosotros.
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La jornada de hoy ha sido muy larga. Como aún quedaba mucho trabajo por hacer en el hotel antes, hemos ido a tomarnos una cerveza a un sitio cercano al Marsam. Aquí no es tarea fácil conseguir que te sirvan una Estela bien fría.