25 enero 2023

Los dos grupos que excavan delante de la capilla van avanzando a buen ritmo. La boca de los pozos ya está perfectamente definida y han comenzado poco a poco a descender. Mientras tanto, Sergio y Bettina siguen documentando la capilla de adobe más arriba en la colina. Bettina se ha unido a Sergio porque en su interior hay bastante cerámica de la dinastía 17 rota en el suelo. La cerámica, además de informarnos sobre el ritual de ofrendas que pudo tener lugar allí, nos puede servir para datar las diferentes fases constructivas. Era un elemento muy común en la vida cotidiana y en los rituales religiosos y lo beneficioso para los arqueólogos es que cambiaba de moda con mucha frecuencia, y esos cambios de estilo son los que nos indican la  fecha, siempre con un margen temporal amplio y flexible, y a ser posible apoyado por otros indicios. Por esta razón también, tenemos tres ceramólogas en el equipo, y los fragmentos de cerámica esparcidos por las esteras ya ocupan casi todo el suelo de la jaima grande.

La entrada a la tumba de Baki parece ahora un campo de batalla. A la vez que miguel Ángel, acompañado de su fiel asistente Rifai, está restaurando la fachada del monumento, Nacho ha comenzado a preparar el terreno para colocar un techo de cemento. Para esto último, se monta un sistema de pilares de madera, que sujetan un techo provisional, también de madera, con un plástico grueso encima, sobre el que se verterá el cemento. Todo tiene que estar terminado y limpio para la inauguración, así que se trabaja a contra reloj.

Blanca y Suni siguen colocando en la pared del pasillo los últimos fragmentos que tenemos ubicados con seguridad. Con todos los botes de restauración esparcidos por el suelo parece ahora difícil creer que estará todos listo para la inauguración, pero hay que tener fe, y trabajar duro. Ha comenzado la cuenta atrás.