Hoy nos hemos visto obligados a tomarnos el día de descanso. El aniversario de la revolución, ahora se ha convertido en el día de la policía y es fiesta nacional. Con el frio que está haciendo en España, hoy ha hecho aquí un día espléndido, incluso de calor. Desayunamos a las ocho en el patio y en camisa. Algunos del equipo se fueron dando un paseo hasta el Rameseum, y al final de la mañana fueron a visitar una escuela de cerámica que hay cerca del yacimiento. Otros nos quedamos trabajando en el hotel. Por la tarde, nos acercamos un pequeño grupo hasta el templo de Ramsés III en Medinet Habu. La verdad es que es una inmensa suerte quedarnos en el hotel Marsam y estar entre dos templos fabulosos de la dinastía de los Ramsés, poder ir andando de uno a otro, cruzar tranquilamente el Nilo y visitar el templo de Luxor y de Karnak… Un verdadero sueño para cualquiera. No hace falta ser egiptólogo, solo ser sensible a la cultura y al arte.
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Amanecer con globos desde el Marsam.
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Vista del Marsam desde los campos, con globo incluido.
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Casa con la fachada decorada y una acogedora sombra para sentarse a ver pasar la vida.
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Secando panes junto al templo de Medinet Habu.
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Ramsés III se jacta de subyugar a los libios y a los denominados “pueblos del mar”.
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Medinet Habu conserva bastante de su policromía original.
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Casa de Gurnet Murrai, frente al Marsam.
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Camellos junto al Marsam.
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El medio de transporte y de trabajo más habitual por estos lares.
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Trabajando por la tarde en “el chiringuito”.
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Tenemos la suerte de disponer de una amplia sala de trabajo.
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Revisando el dibujo epigráfico hecho por David.