25 enero 2010

En la cámara pintada de Djehuty hoy hemos estado retirando grandes bloques de piedra que se apilaban casi hasta el techo, junto a la pared izquierda y la del fondo. Entre las piedras encontramos un fragmento de ataúd muy particular. Se trata de la parte de los pies de la tapa de un ataúd antropomorfo. La calidad de la madera es muy buena y se conserva en muy buen estado, a pesar de haber sido quemada. En la parte exterior de la tapa se había tallado en relieve exciso una inscripción en un línea vertical que recorría el eje central de la mitad interior, acabando con el nombre del propietario. Lamentablemente, el fragmento sólo conserva el determinante semántico de nombre de persona masculino, seguido del epíteto “justificado de voz”, es decir, la declaración de “inocente” en el juicio final del individuo. Por suerte, la parte interior de la tapa también tiene una inscripción tallada, esta vez en relieve inciso, con el nombre del propietario, un tal “Inena”, quien solicita a una divinidad que le proteja por detrás con sus brazos y le ilumine. Esa divinidad debía ser muy probablemente Isis, quien tradicionalmente se colocaba a los pies del difunto, como en su día, según el relato mítico, lo hizo con su esposo Osiris. Así, debajo de la inscripción se conserva la palma de una mano que pertenecería a una divinidad femenina que tendría los brazos abiertos y levantados para proteger el cuerpo del difunto.

Pía ha terminado de restaurar la tapa del ataúd de Iqer y Parra la ha fotografiado en su nuevo estado. Junto a ella, Mohamed Farouk trabaja pacientemente con la cerámica que encontramos el año pasado en el pozo funerario de Djehuty. Poco a poco va completando las grandes vasijas que depositaron dentro formando parte del ajuar funerario.

En la jaima grande, Roxie y Salima han pasado la mañana revisando los cuerpos del grupo de cuatro individuos que se enterraron frente a la tumba de Djehuty unos quinientos años después, en torno al 1000 a. C. Salima ha “disfurtado” estudiando los vendajes de las momias, uno de ellos con franjas de color azul y flecos, y Roxie tratando de averiguar las enfermedades que padecieron los individuos.