24 febrero 2019

María cuenta que hay un proverbio africano que dice: “Si quieres ir rápido, ve solo. Si quieres llegar lejos, ve acompañado”… de gente que te haga aprender, sonreir y disfrutar. Pues así, como si de un paseo se tratara, hemos llegado al final de la campaña número 18, ¡y esto ya es llegar lejos! Y todo ha sido gracias a esto que dice María de ir acompañado. Además de que parece verdad de las grandes gestas se consiguen en equipo, no menos verdad es que cuando un éxito se puede compartir se disfruta mucho más. Y es que precisamente lo que debe buscar el trabajo en equipo es rellenar los huecos que cada uno de nosotros tenemos, de tal forma que encajen las piezas como en un puzle y, así, que el conjunto resultante acabe siendo sólido y completo. La cosa no es sencilla, sobre todo porque cada una de esas piezas es un ser vivo y, por tanto, es polifacético y cambiante. Esto es un problema, sí, pero también es lo que hace que el trabajo sea más divertido, que cada día sea distinto, insospechado. Y en este sentido, dos aspectos fundamentales es la solidaridad dentro del equipo y el buen humor.

El día de cierre es siempre un día de sentimientos encontrados. De alegría por haber superado con éxito todos los obstáculos, y de tristeza por tener que despedirte de la gente con quien has trabajado intensamente las últimas seis semanas. Cubrimos el jardín de la mejor forma posible, con la esperanza de que la réplica acabe llegando algún día y la podamos instalar a comienzos de la campaña que viene. Cubrimos la capilla de adobe de la dinastía XVII que excavó Laura, sin duda uno de los grandes hallazgos de la campaña, junto con los shabtis de madera que hallamos a su alrededor. Tapiamos con adobes la entrada a la tumba que excavó Carlos, y colocamos una reja de metal sobre la entrada a los pozos que excavaron Angie y David, que también nos ofrecieron sorpresas muy interesantes. Las jaimas se desmontaron y todo el material se recogió con suma eficacia por parte de los trabajadores egipcios que nos acompañaron hasta el final: Yuma, Hisham, Ibrahim, Gamal, Saabut, Hussein, Khaled, Ahmed, Taalat… Es una suerte contar con ellos como parte del equipo. Y, por supuesto, el rais Ali, que no paró de dirigirles a grito pelao hasta el final.

Para terminar, querría hacer un brindis (los del equipo saben cuánto me gusta lo de los brindis), un brindis por las nuevas incorporaciones al equipo. No es fácil entrar en un equipo ya formado y en funcionamiento y adaptarse y coger el ritmo, y conseguir estar a la altura en cuestión de días. Y todos los “fichajes” de este año lo han conseguido. Y también un brindis por los más veteranos, que llevan ya muchas campañas al pie del cañón y sin su entrega, constancia y apoyo no habríamos llegado hasta aquí. Y ahora toca planificar el trabajo de investigación post-campaña e ir ya pensando en la próxima, que seguro que será todavía más emocionante. ¡Os esperamos!