24 enero 2011

En el interior de la tumba de Baki, ha quedado a la vista un suelo moderno que se hizo a medio metro por encima del suelo original de la tumba y que documenta la reutilización de la tumba en el siglo XX. Junto a la pared que comparte con Hery, antes de que se construyera el suelo moderno, se hizo un pequeño pesebre para algún animal, de tal forma que cuando se abre un agujero que comunica las dos tumbas, la paja y el detritus del pesebre cae desde la tumba de Baki al interior de la cámara más profunda de la tumba de Hery. Con toda esa basura cae también el conjunto de shatis de “El padre del dios Amon, Hor(i), justificado” que hemos hallado excavando en esta esquina de la tumba de Hery. En total ya tenemos treinta y siete shabtis de este personaje, que probablemente vivió en la dinastía XXI. Las figurillas fueron moldeadas a mano y el barro se coció poco, pero, aún así, son bastante sólidas y la pintura quedó firmemente pegada al barro de tal forma que la inscripción en tinta negra se puede leer sin mayores dificultades. De todas formas, cuando los restauradores limpien la suciedad de la superficie, lucirán mucho más.

Andrés está reconstruyendo con gran éxito la segunda inscripción autobiográfica de Djehuty, que se talló en una de las paredes de la sala transversal. Ha sido capaz de reubicar la mayoría de los fragmentos que hallamos en la excavación del exterior años atrás, por lo que el texto quedará bastante completo. Pía se está ocupando de fijarlos en su sitio y, así, poco a poco, vamos cerrando el gran agujero que conectaba la tumba de Djehuty con la vecina –399–.

Salima Ikram ha comenzado su primera jornada con nosotros ayudando a Roxie Walker con los restos humanos que hallamos en 2007 en el pozo que denominamos UE 16. Hay cuerpos de distintas épocas y, entre ellos, llama la atención un individuo cuidadosamente momificado, que puede datar de la dinastía XVIII. A última hora de la mañana, ella y el mudir han pasado un par de horas investigando la galería que se abre por encima de las tumbas y que contiene restos de momias quemadas de ibis y halcones.