22 Mayo 2021

Queridos amigos del Proyecto Djehuty, compañeros de aventuras y desventuras, hoy es un día muy especial por muchos motivos. No sólo es el comienzo de una nueva campaña, nada mas y nada menos que la número 20 del Proyecto Djehuty, sino porque sentimos que damos un paso hacia adelante, un paso cargado de optimismo hacia la recuperación de la normalidad. Con mucho esfuerzo e ilusión hemos conseguido, contra todo pronóstico, poner en marcha esta campaña tan simbólica. Cuanto más altos son los obstáculos que se consiguen superar, más satisfacción se siente y esta campaña la estamos viviendo ya como si fuera la primera de una nueva serie. Habíamos planeado incluso una fiesta con música para celebrar el 20 aniversario, pero ahora en lugar de un día de celebración celebraremos cada día como una fiesta.

Si bien es verdad que hemos tenido dificultades de todo tipo, también habíamos ido consiguiendo importantes impulsos hacia nuestro objetivo, comenzando por la obtención de los permisos de excavación del Ministerio de Antigüedades y los permisos de trabajo de la policía egipcia para todos los miembros del equipo, hasta la ayuda financiera de los patrocinadores, a quienes agradecemos enormemente su generosidad y su confianza. Para esta campaña, Leica Geosystems nos presta, además de la estación total de las últimas campañas, un escáner-láser especialmente práctico por su fácil manejo y reducido tamaño, y especialmente eficaz por su alta resolución y posibilidades que brinda después la gestión de la nube de puntos generada.

Por razones de sobra conocidas de todos nosotros, «la innombrable», el equipo de esta campaña será menos numeroso de lo que habíamos planeado, «solo» quince. A los que se han quedado en casa, sin duda, les echaremos mucho de menos. A demás de la parte personal o emotiva, el trabajo, lógicamente, también se resentirá, pero no hay que pensar en lo que vamos a dejar de hacer, sino en lo que sí vamos a realizar y el trabajo que vamos a poder adelantar, como si se lo robáramos a la innombrable. En lugar de material de restauración y excavación, esta vez la mayor parte de las compras han ido dirigidas a la prevención de riesgos sanitarios: mascarillas, termómetros infrarrojos, test rápidos de pcr, etc. Del aeropuerto de Barajas salimos hoy seis y en El Cairo se unió Ana, que está haciendo el master en egiptología en la universidad Americana de El Cairo con Salima Ikram, quien también se nos unirá ya en Luxor en unos días.

El paso por la aduana en el aeropuerto de Luxor fue más suave que nunca y, tras una breve escala en el Cairo, a la 1:30 de la mañana estábamos en el Hotel Marsam. Nos recibió tan hospitalariamente como siempre Klaus, el manager del hotel. Nos contamos anécdotas de este año y medio tan extraño y complicado para todos, pero sobre todo hablamos del futuro esperanzador que nos espera ya a la vuelta de la esquina. Alargamos la cena más de una hora, pues la buen temperatura de la noche invitaba a quedarse conversando en el patio, saboreando el mero hecho de estar allí, con las pilas bien cargadas, dispuestos a comenzar la campaña. Pasaremos calor, sí, sudaremos la gota gorda, sí, pero bienvenido sea todo eso, estamos dispuestos a disfrutar hasta de los inconvenientes. Ya nada nos puede detener… en-sha-Alá!