22 febrero 2024

Hoy era nuestro último día de trabajo de verdad en el yacimiento. Pues el sábado lo dedicaremos a recoger las jaimas, guardar todo el material y cerrar los pozos y las tumbas. Hoy ya no hemos excavado, para tener tiempo de documentar bien todo el trabajo realizado, los materiales hallados, los perfiles de dentro y fuera de los pozos, etc. Hay que ser conscientes que entre campaña y campaña la mayoría de los miembros del equipo, por una u otra razón, tienen difícil encontrar tiempo para dedicarle al proyecto, pues tienen otras ocupaciones que atender. Por ello, cuanto más nos llevemos hecho de aquí mejor, incluyendo el meter datos en la base de datos.

Laura hoy ha preparado la cámara sepulcral de su pozo funerario para una última fotogrametría. Uno de los lados ha quedado sin excavar para poder ver bien el perfil de los sucesivos rellenos que han ido colmatando la cámara y poder así identificar las distintas fases de reutilización y saqueo, además de la cronología relativa de las lluvias que han dejado su huella dentro del pozo. A pesar de haber sido muy saqueado en época antigua, se han hallado suficientes objetos, o más bien fragmentos de objetos, que permiten deducir que su primer propietario debió vivir y morir en la primera mitad del Segundo Periodo Intermedio, y que entonces al menos una mujer fue allí enterrada. Luego, después de ser saqueado, el pozo debió ser reutilizado en la segunda mitad del Segundo Periodo Intermedio. Los individuos enterrados en la segunda y sucesivas tandas también fueron saqueados y sus cuerpos momificados desmembrados poco tiempo después de haber sido allí depositados. Debido a las reutilizaciones y al revoltijo que producen los ladrones cuando acceden al fondo del pozo, muchas veces es difícil asignar una cronología al pozo, pues el material más antiguo pudo colarse con la tierra y piedras que fueron rellenando el pozo. Solo cuando encuentras abundante material de una época y, por ejemplo, puedes recomponer una vasija de cerámica con los fragmentos hallados dispersos, puedes entonces deducir que hubo un enterramiento en esa época.

Después de que Nacho construyera y montara una estupenda escalera de metal en el pozo de Hery, nos empezamos a replantear la conveniencia de excavar la cámara noroeste, que está llena casi hasta arriba de paquetes de lino con, supuestamente, momias de animales, sobre todo ibis y halcones. Ante la posibilidad de retomar el trabajo de la paulatina extracción de las momias, decidimos escanear el interior en su estado actual. Aquí es muy difícil hacer fotogrametría, porque la luz es muy mala y al iluminar el interior con focos se generan muchas sombras, las cuales van variando según vas moviendo los focos. El escáner, sin embargo, no necesita tanta luz y colocando un foco justo debajo de la máquina (el láser no alcanza la base de a máquina), es suficiente. Así, Bea se ha ido moviendo con sumo cuidado por la cámara para escanear lo mejor posible el estado actual del enorme depósito de cientos de momias de animales. Javier, junto a ella, se ha ocupado, a su vez, de documentar su minucioso trabajo y lo complicado del proceso.