22 febrero 2007

Ayer y hoy han sido días de mucho calor. Dentro de la jaima hemos alcanzado los 39 grados, por lo que resistir trabajando sin parar hasta las tres de la tarde se ha hecho especialmente duro. Roxy Walker ha estado trabajando con los huesos del ataúd. Al parecer, “Valentina” (la descubrimos el 14 de febrero) debía ser ya mayor, de unos sesenta años, y tenía serios problemas de espalda. Mientras tanto, dentro de la cata, Gemma y Carlos han estado excavando el ataúd y desmontando los tablones. Han hallado más cuentas de fayenza y siete semillas.

Roxy, además, ha examinado los huesos humanos que encontramos en el suelo de la capilla de Djehuty, junto al pozo funerario. Pertenecen a un hombre adulto. Por ahora no se puede precisar nada más. En cuanto a los huesos que hallamos dentro del depósito funerario del patio, junto con los ramos de flores y las vasijas de cerámica, pertenecen a dos individuos distintos. La mandíbula el fémur y la tibia son de un hombre en edad adulta. El fragmento de pelvis pertenece a un individuo mucho más joven. Las circunstancias que les condujeron dentro del pozo siguen siendo una incógnita.

Ahmed ha terminado de fotografiar tanto la capilla de Djehuty como el pasillo de Hery y esta tarde toma el avión al Cairo para retomar su trabajo de fotógrafo del Museo.

Al final de la mañana, después del pago a los trabajadores, hemos recibido la visita de la misión de la Universidad de Basilea, incluyendo a Antonio Loprieno, un viejo amigo de muchos de nosotros. Andrea Gnirs está excavando el patio de una tumba de la dinastía XVIII en Sheik Abd el-Qurna. Durante más de una hora hemos discutido sobre los detalles del patio de Djehuty, de sus inscripciones en la fachada y, por supuesto, de los maravillosos relieves de la capilla, que documentan los rituales funerarios en honor a Djehuty.