22 enero 2017

Hoy hemos comenzado la excavación contratando a setenta trabajadores. Probablemente mañana contratemos a diez más. Alí ha organizado las cuadrillas y las hemos repartido por las zonas de excavación. David tiene sólo un grupo, con el objetivo de excavar dentro de la tumba que sacamos a la luz el año pasado y uyo patio de entrada ya excavamos. En esa área hallamos muchos shabtis y adobes con la impronta del supervisor del ganado de Amón, Tutuya, por lo que pudiera ser que la tumba perteneciera a este personaje de finales de la dinastía XVIII. José Miguel está excavando con otro grupo el pozo que quedó sin terminar la campaña anterior, y ya están a casi siete metros de profundidad. Angie tiene a su cargo a tres grupos, para excavar la zona que comenzó Kristian el año pasado, frente a la tumba de la dinastía XIII. Carlos y Yasín, que van a excavar el interior de la tumba, comenzaron por derribar el cierre de adobe que colocamos a la entrada hace dos años. Luego, estuvieron retirando grandes bloques de piedra caídos sobre un metro de escombro que se acumula por dentro, junto a la entrada. La anchura del pasillo es considerable, por lo que el hueco de la puerta se ve más ancho de lo habitual.

Ayer por la noche se unieron al grupo Salima y Cisco. Desde primera hora de la mañana se han metido en la tumba -399-, entre Djehuty y Hery, y no han salido hasta casi las tres de la tarde. Su objetivo es tratar de terminar de estudiar las galerías de momias de animales construidas en el siglo II a. C., aprovechando las tumbas y pozos más antiguos y ya abandonados Tienen entre manos una auténtica catacumba que convierte esta zona de la colina en un queso gruyere.

Nacho sigue preparando la reconstrucción del cerramiento de la fachada de la tumba de Djehuty. Hoy ha estado soldando la estructura de metal del forjado para el hormigón, y a última hora de la mañana hemos comenzado a retirar el murete de adobe moderno que se levanta por encima de la fachada de la tumba. De ello se ocupa Ahmed, el cantero (“banna” en árabe), un auténtico artista en la construcción de muros de piedra y ladrillo, y en los trabajos delicados de construcción.

Para recordar a nuestro querido amigo y compañero de excavación, Mahmoud Broston, que falleció el verano pasado, ayer mandamos imprimir a gran tamaño dos fotografías suyas. Las hemos colocado en un lateral de la jaima grande. A los trabajadores les ha encantado la iniciativa y algunos de ellos se han acercado a besar las fotos. La verdad es que se le echa mucho de menos, sus cánticos, sus aullidos, sus “disparos” al aire. Su recuerdo permanecerá vivo entre nosotros por muchos años.