21 febrero 2019

La Fiesta juega su papel de catarsis y, sobre todo, se convierte en una ocasión perfecta para hacer equipo, para estrechar lazos entre egipcios y españoles. Antes jugábamos un partido de futbol, España–Egipto con los trabajadores de la excavación, pero el peligro de lesiones, en nuestro bando, crecía exponencialmente cada año, así que decidí no arriesgar la integridad del equipo y suspender los partidos. Es importante tender puentes y, aunque sea por un día, que todos nos coloquemos al mismo nivel y celebremos juntos el éxito del trabajo en común, fuera del trabajo. Si es un hecho que nos necesitamos unos a otros y que no alcanzaríamos la meta si no fuera por la unión entre todos, se ocupe el puesto que se ocupe, entonces, ¿por qué no expresarlo así? Se trata, simplemente, de ser consecuente y coherente y de exteriorizar lo que se piensa y se siente. El cariño y el aprecio no basta con sentirlo, hay también que decirlo. Así que hoy toca una buena ducha después de comer, arreglarse un poquillo y cruzar el Nilo rumbo a la “Fantasy 2019”.

Para hacerlo un poco distinto, casi todos los del equipo nos hemos comprado atuendos egipcios, galabeyas de colores, como un pequeño homenaje a los trabajadores. Curiosamente ellos se presentaron en la fiesta vestidos de occidentales y nosotros de egipcios. El intercambio salió fenomenal y echamos unas risas. Y luego lo típico, baile, cordero para cenar y más baile con música en directo del grupo de todos los años. Nos dieron las doce y la una y a las dos durmiendo ya en el hotel. No hay nada que un buen desayuno de viernes en el patio del Marsam, a base de huevos fritos, no pueda remediar.

¡Ah! Se me olvidaba que tenía que hablar también de la excavación… pues hoy ha ido todo muy bien. Los trabajadores de David y Carlos pararon de excavar ayer y hoy han estado ellos documentando los últimos hallazgos y haciendo fotogrametría. Laura ha seguido excavando, o más bien limpiando el área alrededor de la capilla para preparar la sesión de fotogrametría que haremos el sábado a primera hora. Como Gamal, que excavaba con David, se quedó desocupado, ha estado limpiando por arriba la capilla de adobe de Laura. Por su parte, Angie ha terminado de excavar su pozo y rápidamente se ha puesto a procesar los materiales más significativos. Entre ellos destaca una vasija de grandes dimensiones, de cerámica blanca, hecha con arena del desierto, y decoración muy poco habitual. Los restauradores, con sus respectivos equipos, están tratando de terminar lo que tienen entre manos para no dejar cosas a medias. Estos son unos días un poco tensos porque entran en conflicto diferentes tareas. El equipo de materiales ha comenzado a guardar ya los materiales de este año, a la vez que los arqueólogos necesitan revisar su material. Y con la fotografía pasa algo parecido. Pero esto pasa siempre al final de la campaña.