21 febrero 2002

Trabajo de campo

Hoy es fiesta en Egipto y por lo tanto no ha habido trabajo en la excavación.

Trabajo de gabinete

Hoy hemos ‘descansado’. Un día más, nos hemos puesto las pilas y hemos vuelto a madrugar. José Manuel ha quedado temprano con el equipo de la productora de televisión para ir a filmar en el Valle de los Reyes. Con ellos ha venido Pilar Camacho, Directora de Promoción Cultural de Telefónica Móviles, verdadera mentora del Proyecto Djehuty.

Una serie de problemas con los permisos para filmar, nos retrasaron un par de horas el programa previsto para el día. Pero al final, como siempre, todo se acaba solucionando. Además de exteriores, estuvimos filmando dentro de la tumba de Tutmosis III. Las imágenes grabadas son de una gran calidad.

Una vez terminado el trabajo, volvimos a subir los nueve al coche de Alí rumbo a Deir el-Bahari. Como ya había pasado el mediodía, apenas había turistas. El emplazamiento del templo funerario de la reina Hatshepsut es verdaderamente espectacular. Tomamos prestada la electricidad de la misión polaca que trabaja en la tercera terraza del templo y pudimos enchufar un ‘cuarzo’, que es como los de la tele llaman a los focos portátiles. Como había pasado ayer en las tumbas de Djehuty y de Hori, los relieves de las paredes se crecen con una luz lateral. Los remeros de las embarcaciones egipcias cobraron vida de forma asombrosa. Incluso la imagen de Djehuty, representado anotando las cantidades de incienso y de mirra traídas del país del Punt y que fue años después borrada, recobra su perfil.

El resto del grupo, es decir, Alicia, Marga, Ana, Andrés y Antonio han hecho un recorrido cultural por la zona. Primero, visitaron en Valle de las Reinas y tuvieron el privilegio de entrar (¡gratis!) en la tumba de Nerfertari, fabulosamente restaurada. Luego, fueron andando hasta el santuario de Mersegert y llegaron hasta el poblado de Deir el-Medina. Se acercaron a ver el templo de Hathor, de época ptolemaica, y el foso donde se encontraron una enorme cantidad de ‘ostraca’ escritos en hierático y que documentan detalles de la vida de los artesanos del poblado. Después de una cervecita fresca en un chiringuito, atendidos por un camarero que conocía a Francesca Berenguer (recuerdos para ella) terminaron en el Rameseum.

Nos reunimos todos para comer en la magnífica terraza del hotel Marsam. Por supuesto, había arroz para comer, pero la vista de los campos verdes y de las palmeras hacen que cada día sea un nuevo día. A las cuatro nos invitó Mohamed el-Bialy a tomar un té en la terraza del templo de Medinet Habu. También vino su mujer, que es francesa pero habla perfectamente español y es muy simpática. Allí estuvimos hasta pasadas las seis, disfrutando del atardecer y haciendo buenas migas. Era la primera vez que nos reuníamos el equipo español, el socio egipcio y el patrocinador, representado por Pilar, y estuvimos hablando del proyecto y del futuro. Esta noche cenaremos en la terraza de un hotel también delante de Medinet Habu, que estará iluminado para nosotros.

Vida cotidiana