20 Junio 2021

Todo parece indicar que el frente de excavación delante del patio de entrada a la tumba de Djehuty y de los sectores 10 y 11, donde están ahora excavando Ana, Marisol y David, debe ser, en gran medida, la escombrera de la excavación que llevaron a cabo Spiegelberg y Newberry para el marqués de Northampton en 1899. Por esta razón, el terreno esta formado por lascas sueltas de caliza y por eso hallamos tan pocos materiales. Los fragmentos de la cámara pintada hallados aquí parecen confirmar esta hipótesis. Ya son ocho fragmentos los hallados y todos ellos a la misma distancia de la fachada, a unos 65 metros.

La explicación al enigma de cómo llegaron tan lejos fragmentos de las paredes y/o del techo de la cámara sepulcral de Djehuty es la siguiente. Sabemos que Newberry pasó un día copiando el Libro de los Muertos de Djehuty. Lo sabemos porque él lo indica por escrito en su cuaderno de campo que se conserva en el Griffith Institute de la universidad de Oxford. Lo que no sabemos con exactitud es en qué condiciones encontró la cámara y si la vació de lascas de piedra para hacerse un hueco y poder hacer su copia con mayor comodidad. Todo parece indicar que sí debió mandar vaciar de piedras parte de la cámara. Las piedras extraídas se habrían tirado fuera, pero no cerca de la fachada, sino lejos de la zona donde estaba excavando su colega Spiegelberg. Así, la escombrera se debió situar entre 50 y 70 metros de distancia de la fachada. Los fragmentos hallados son todos de forma muy similar, siendo la cara escrita la más estrecha de la lasca de caliza, que probablemente pasó desapercibida a los trabajadores que ayudaron a Newberry, sobre todo teniendo en cuenta la tenue luz que tendrían al fondo del pozo.

La posibilidad de estar excavando la escombrera de la excavación de Spiegelberg y Newberry puede sonar, en un primer momento, decepcionante. Pero si tenemos en cuenta que el área donde se amontonan los escombros no se excava, existe la posibilidad de que, una vez retirado el nivel de escombro de finales del siglo XIX, alcancemos niveles no excavados por ellos y, por tanto, sin alterar desde época antigua. Crucemos los dedos para que así sea.

Por otro lado, lo que también parece claro es que la zona que están excavando José Miguel y Laura, no fue excavada por Spiegelberg y Newberry. El terreno es mucho más terroso y compacto, como muestra la estratigrafía del corte más próximo, y la estructura de adobe que se conserva no contiene ningún material moderno. Por ello, esta zona, frente a la tumba de Hery y la denominada -399-, tiene un potencial interesante. La estructura de adobe que estamos sacando a la luz es sólo un buen comienzo.