20 febrero 2015

Como hoy es el último viernes y mañana cerramos ya el yacimiento, hoy ha tocado preparar el informe final de campaña. Cada uno ha contribuido con un resumen de su parte, incluyendo fotos representativas. Al final, entre unas cosas y otras, nos han dado las doce de la noche. Mañana iremos a imprimir el pdf a Luxor, para entregarlo a las autoridades locales del Supreme Council of Antiquities al final de la mañana, como hicimos el año pasado. En años anteriores lo imprimíamos nosotros, pero nuestra impresora no es muy buena, los cartuchos se secan y lo del informe se convertía en un infierno. De esta nueva forma no es para tanto.

A algunos del equipo les ha dado tiempo de hacer una pequeña excursión por los alrededores, visitando algunas tumbas por la zona de Deir el-Bahari, luego subir hasta la de Meketra, para terminar en el Valle del Color. A las dos, Carlos y Joan se pusieron manos a la obra y prepararon unas estupendas brasas, donde cocinar unas cebollas con anchoa y aceite de oliva, pulpo y capellanes. El mudir se ocupó de la sangría, que debió ayudar algo a acabar brindando y a que algunos de los más reservados del equipo se animaran a pronunciar unas emotivas palabras. Compartimos nuestra última comida de viernes con cuatro amigos de Nieves, que trajeron las anchoas y alguna que otra botellita, como debe ser.

Casi todas las visitas de amigos que hemos tenido este año han comentado que se extrañaban de lo tranquilo que está Egipto, de que se hace vida normal y que te puedes mover de un sitio a otro con plena libertad y seguridad. A nosotros nos sorprende que ellos se sorprendan, porque es así como nosotros vemos y vivimos Egipto. Y es que los medios de comunicación tienden exagerar lo negativo, el drama, la tragedia y la violencia, porque, por desgracia, eso parece que “es noticia”, mientras que la tranquilidad y la normalidad parece como si no interesara a nadie. En fin, como ha dicho alguien esta tarde brindando, tenemos una inmensa suerte de estar aquí, en el West Bank, disfrutando de un atardecer precioso y haciendo realidad nuestros sueños, aquí, en Luxor.