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Cazo para cocinar las judías típicas egipcias para el desayuno.
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José Miguel, Ainara y David charlan sobre los shabtis de Tutuya.
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Revisión diaria de la cronología de la cerámica hallada durante la jornada.
La actividad en el yacimiento ha cogido ya buen ritmo. Hemos contratado a unos cincuenta trabajadores, pero la mayoría están empleados en formar una cadena humana para bajar los escombros de la excavación de arriba. Aquí seguimos excavando la basura generada por las últimas casas del poblado moderno de Dra Abu el-Naga, pero previsiblemente mañana el terreno cambiará a una tierra anaranjada que recubre la roca madre (“gebel”). A última hora de la mañana el sol apretaba fuerte arriba de la colina, lo que hace pensar en el calor que nos hará a finales de febrero.
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Salem y Hussein trabajando en el interior del pozo 39, donde excava Laura.
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Trabajos de ceramología en acción.
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Zulema trabajando con cerámica de la primera mitad del segundo periodo intermedio.
Laura sigue excavando en el pozo una de las cámaras sepulcrales. Se encuentran restos humanos y fragmentos de madera policromada, pertenecientes a un ataúd, probablemente de la dinastía XIII. El estrato que está excavando ahora tiene la tierra apelmazada, resultado de las lluvias. José Miguel le ayuda en el registro de materiales y, por las tardes, metiendo la información en la base de datos. Esta tarea la combina con el (re)estudio de los shabtis de Tutuya (quien inspirara el nombre de Tutu), en concreto la fractura que sufrieron todas las figurillas de barro cocido y que parece reflejar un tipo de práctica ritual o mágica de damnatio contra las expectativas de alcanzar la vida eterna del personaje en cuestión.
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Tela con detalles similares a los representados en la túnica de Benia y el cinturón de Djehuty en sus respectivas tumbas. Esta pieza es para de los hallazgos del proyecto.
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Detalles del borde de la túnica de Benia
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Detalles del cinturón de Djehuty
Junto a la jaima grande, hemos extendido una veintena de esteras para ir poniendo por encima la cerámica que hallamos en el año 2020 junto a la capilla de ofrendas que excavaron Laura y José Miguel, y la asociada al ataúd de la chica de 15 años que sacamos a la luz en esa zona, justo por encima de una de las esquinas del murete que rodea el pozo que ahora excava Laura. El estudio detallado había quedado pendiente y ahora lo necesitamos para completar el estudio del enterramiento en superficie y los collares que se depositaron dentro del ataúd, sobre el cuerpo amortajado de la chica.
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