La llegada a las cinco de la mañana al yacimiento nos ha regalado hoy un amanecer rojizo espectacular, de película. A esa hora ya hacía calor, pero soportable. En la zona que supervisa José Miguel ha salido hoy, en un nivel muy superficial, una lasca de piedra caliza, con una de las caras estucada y con un texto escrito en columnas con tinta negra. Se trata, nada más y nada menos, que de un fragmento de la decoración de una de las paredes de la cámara sepulcral de Djehuty. Parece increíble que sigan saliendo fragmentos y en niveles tan arriba.
En esa misma zona, José Miguel y uno de sus equipos han hallado un fragmento grande de un vaso tipo Kerma, de color rojo bruñido, con la mitad superior ennegrecida. Es una cerámica característica de esta localidad junto a la Segunda catarata, en Nubia, pero que se pone de moda en el Segundo Periodo Intermedio, ca. 1600 a. C., entre la elite de Tebas como objeto de prestigio al ser un producto de importación. En el pozo que excavan Gamal, David y Ana, a pesar de haber sido saqueado en época antigua, también aquí se han hallado objetos de prestigio, característicos de un equipamiento funerario de alguien con recursos. En este caso se trata de cuentas de collar, la mayoría de fayenza, pero también talladas en cornalina y en amatista, piedras semi-preciosas probablemente procedentes de la península del Sinaí.
A primera hora de la mañana, Joan terminó el escaneado y la fotogrametría de la cámara sepulcral de Djehuty, y mañana podremos volver a montar la estructura de metal. Luego, se ha puesto con Nacho a hacer los cálculos necesarios para cambiar los lucernarios de la entrada a la tumba de Djehuty por ventanas fotovoltaicas. Pero eso será ya el año que viene. Mientras tanto, Jesús y Salima, como era de esperar, han estado estudiando momias humanas de años anteriores… cada X con su tema, ¿qué otra cosa cabría esperar?