2 febrero 2009

La excavación de la cámara funeraria de Djehuty avanza lentamente. Al final de la jornada hemos retirado del interior tres grandes piedras, probablemente utilizadas para bloquear la entrada, pues en las cámaras de los pozos que excavamos en el exterior siempre había una o dos grandes piedras dentro. Estamos recuperando numerosísimos fragmentos de cerámica. Por un lado fragmentos procedentes de grandes vasijas y de pequeñas jarras pintadas de la dinastía XVIII, probablemente parte del equipamiento funerario de Djehuty. Por otro lado, grandes vasijas de época Saita, un de ellas con un dibujo de un rey haciendo una ofrenda de vino. Además, estamos recuperando bastantes fragmentos de relieve caídos de las paredes de la capilla de arriba. Por ahora no hemos encontrado restos de madera de ataúd que pudieran haber pertenecido al de Djehuty. Curiosamente, tampoco estamos encontrando nada de lino.

Una vez terminada la excavación de la sala transversal de la tumba intermedia, la –399–, Curro ha excavado el suelo de la tumba de Djehuty que comunica con ésta, justo en la zona por debajo de la segunda estela biográfica de Djehuty, tallada en un extremo de su sala transversal. Al principio pensábamos que nos encontraríamos aquí un pozo cuadrangular de época tardía. Efectivamente, en algún momento se empezó a tallar allí un pozo, pero pronto fue abandonado y poco después la hendidura pasó a formar parte de una escalera que desciende desde la tumba de Djehuty hacia la intermedia, cuyo suelo está 1,20 m. más abajo. Es curioso observar cómo los pasos de unas tumbas a otras están bien tallados, es decir, que no son obra de ladrones o de personas descuidadas, sino que son acciones “violentas” cuidadosamente elaboradas para formar una amplia estructura o habitáculo subterráneo.

En las jaimas, Imgard Hein sigue analizando la cerámica de campañas pasadas y de la cámara de Djehuty, junto con María José y Elena. No muy lejos de ellas, Roxie sigue rodeada de huesos, y Ahmed Fahmy identifica las plantas con las que se elaboraron las cestas, esteras y sandalias que hemos hallado en campañas pasadas. Para acentuar el “toque” internacional del equipo, hoy nos ha visitado el profesor de la universidad de Leiden, Demaree, a quien le encargamos hace ya unos meses el estudio de un ostracon de finales de época ramésida escrito en hierático, con una breve lista de trabajadores presentes y ausentes en una jornada laboral.