19 Junio 2021

La excavación en la zona de José Miguel se complica por momentos, lo que la hace cada vez más interesante. Junto a la estructura de adobe ha salido a la luz un círculo de tierra que en su día estuvo encharcada y ahora se ve agrietada. Aquí se puede documentar al menos parte de las lluvias que afectaron a la necrópolis en distintas épocas y completar así la información adquirida alrededor del jardín funerario de la dinastía XII y en la cata que en su día hicimos en medio del patio de entrada a la tumba de Djehuty. Todavía queda por precisar la cronología de la estructura y su colmatación. Junto a la tierra fina arrastrada por las lluvias, ha aparecido la parte de arriba de un ánfora griega, similar a las de Samos del siglo VII a. C. En el mismo nivel, entre dos muretes de la estructura, está saliendo a la luz una vasija completa y en posición vertical. Por lo que podemos ver, parece que puede fecharse en la dinastía XXVII, es decir, de finales del siglo VI a. C. Lo curioso de esta pieza es que se ha utilizado como tapón de la vasija un incensario que todavía conserva su contenido y el carbón utilizado para quemarlo. Para complicar más las cosas, muy cerca de la estructura de adobe, pero por fuera, hemos hallado también hoy un shabti de madera de la dinastía XVII, es decir, de aproximadamente el año 1600 a. C. La figurilla antropomorfa todavía conserva parte del lino que la envolvió en su día para simular una momia. En este contexto tan variopinto, es difícil por ahora identificar los principales eventos que afectaron a la estructura y su cronología.

A primera hora de la mañana, cuando el yacimiento todavía está en sombra y, por tanto, la luz es uniforme y tamizada, David ha procedido a realizar la fotogrametría del corte que terminamos de perfilar el jueves. Mantener las secciones verticales es muy difícil porque el terreno está compuesto fundamentalmente por lascas sueltas de caliza de mediano tamaño, por lo que hay que actuar rápido y, una vez conseguida la estabilidad del corte, hacer la sesión de fotos antes de que comiencen a desprenderse las piedras. En el frente que supervisan Laura, Ana y Marisol, seguimos descendiendo a buen ritmo. Hoy ha vuelto a aparecer un nuevo fragmento de la cámara pintada de Djehuty, muy cerca y casi al mismo nivel de un gran embolsamiento de basura moderna. Los fragmentos son pequeños y ayudarán poco a completar el texto conservado en la cámara sepulcral de Djehuty, pero su dispersión sí puede ayudar a resolver algunas incógnitas sobre qué pasó en la cámara y cuándo se sacan y se tiran fuera los fragmentos.

Los dos epigrafistas del equipo, Carmen y Dani, ya han regresado a España, pues tenían que atender compromisos ineludibles. Se les echa ya mucho de menos a los dos. Aprovechando que la tumba de Djehuty ha quedado desocupada, Nacho ha vuelto a la tarea de instalar las nuevas luces en el pasillo. Mientras, el herrero, Ahmed, sigue con la tarea de fabricar cajas de metal para los almacenes y de mejorar la estética del cerramiento de algunos pozos funerarios.