Ayer conseguimos sobrevivir a la “Fantasy”, y no fue nada fácil… Quedamos al otro lado del Nilo, a las ocho de la tarde, con veinte de nuestros trabajadores, los que llevan más tiempo con nosotros, algunos desde la primera campaña. Desde allí fuimos en tres camionetas hasta una cafetería cerca del puente. La comida estaba estupenda y, después, tocaba baile, que era la verdadera razón de irnos tan lejos. Un grupo de música popular egipcia amenizó la noche, aunque de vez en cuando algunos de nuestros trabajadores interrumpían para cantar ellos y tocar el tambor a un ritmo más enérgico todavía. Y aunque realmente no necesitábamos animación extra, una bailarina oriental puso la nota “excitante”. No paramos de bailar y reír hasta pasadas las doce. El objetivo de la fiesta, que era recompensar el enorme esfuerzo de nuestros trabajadores y estrechar los lazos entre españoles y egipcios del grupo, se cumplió con creces.
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Joan se une al grupo de músicos durante el baile después de cenar.
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Nieves, Mohamed, Yuma y Kamal se toman un respiro.
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La bailarina también se relaja durante la velada.
El viernes disfrutamos de nuestra última paella al pie de la montaña de Qurna. Joan nos deleitó esta vez con bacalao y espinacas, y le salió fenomenal. Antes, unos cuantos se habían ido a Luxor, otros habían pateado una parte de la montaña, y otros nos quedamos en el Marsam redactando en informe preliminar de la campaña que tenemos que entregar a las autoridades del Servicio de Antigüedades antes de volvernos a España.
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Cruzando el Nilo por la mañana temprano.
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Panes con comino, recién sacados del horno.
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Elena se ha dejado decorar la mano con Henna, para llevarse un recuerdo a España.
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Patio del Marsam al amanecer.
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Una de las acuarelas de Carlos.
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Vista de uno de los canales.
La campaña va tocando a su fin. Todos estamos algo cansados. Por un lado el tiempo a pasado volando, pero por otro, cuando se echa la vista atrás y se recuerda todo lo que hemos hecho en estas seis semanas, cómo estaba el yacimiento, con los pozos por excavar, la tumba de Hery por ‘liberar’, y los trabajos de restauración que se han llevado a cabo, parece como si lleváramos aquí el doble de tiempo.