19 febrero 2003

Trabajo de campo

¡Hoy ha sido todo una locura! La cuenta atrás ha comenzado y aún quedan mil cosas por hacer. ESta mañana han llegado a la excavación un montón de adobes nuevos para tapiar la entrada de la TT399, proteger el foso de su patio y también para proteger algunas otras estructuras endebles que “tienen que durarnos muchos años”. Antes de comenzar a colocarlos hemos empezado la sesión de fotos del estado final de la excavación. Verdaderamente han sido unas semanas de trabajo muy intensas.

Ana y Gemma, han estado haciendo fotos buena parte de la mañana. José Lull y Marga han acabado ¡por fin! con el trabajo de clasificación de materiales de 2003. Como hoy era el último día para la mayor parte de nuestros obreros Marga, o sea Bank, ha tenido que ponerse manos a la obra con las cuentas: hoy sueldo y bakshish. Montse y Alicia han seguido con el embalaje de las piezas más delicadas y han revisado las trampas, las sondas que toman los datos de temperaturas y humedades…

Pero hoy uno de los momentos más intensos ha sido cuando se han llevado algunos de los objetos que hemos encontrado en la excavación, entre ellos el sarcófago, con momia incluida. Para nosotros ha sido una novedad, puesto que el año pasado todos nuestros hallazgos se quedaron dentro de la tumba. Hace días que teníamos dos arcones preparados para la ocasión. Uno pequeño y otro enorme, tanto como para meter el sarcófago en su interior.

A eso de las once ha llegado Ibrahim Suleiman. Es entonces cuando hemos revisado cada pieza, su embalaje, la ficha que hemos preparado de los objetos y el libro de inventario. Y cuando las piezas se han guardado, Ibrahim ha cerrado y sellado personalmente cada arcón. En el arcón pequeño hemos guardado un precioso ushebti de madera, la tapa del vaso canopo, y dos de las caras más hermosas, la negra, que encontramos el año pasado y la de la niña, que encontramos al comienzo de la campaña. En el arcón grande, convenientemente acolchado, se ha metido el sarcófago. Han sido precisos muchos hombres para sacarlo del vestíbulo de la tumba donde estaba, subir con todo cuidado los empinados escalones que salvan el desnivel del patio y depositarlo con mucho mimo dentro del arcón. Después, algunos de esos hombres se han ido sujetandolo dentro de la furgoneta que hacia el traslado al almacén. El inspector, Ali, José Lull y por supuesto el mudir, han acompañado las piezas a su nuevo destino, un almacén muy próximo a la Carter House, amplio, luminoso y lleno de arcones de otras misiones que trabajan en Luxor.

Trabajo de gabinete

El equipo de informativos de Informe Semanal continúa con nosotros, pero como ya no tienen permiso para grabar en la excavación han aprovechado para entrevistar a Mohamed el-Bialy y filmar en Deir el-Bahari y en Karnak aquellas partes que guardan relación con la reina Hatshepsut y, por tanto, con Djehuty.

A última hora de la mañana, Marga ha pagado a los obreros y les ha dado el correspondiente «bakshish» (tres días de paga por semana trabajada). Después, y como ya hicimos el año pasado, hemos celebrado todos juntos una pequeña fiesta de despedida. Los pasteles y las bebidas corrió de nuestra cuenta, mientras que los hombres trajeron sus panderos y darbukas para amenizar con música. Como era de esperar, hubo baile, risas, muchas fotos, abrazos…

Mañana es el último día. Hay que hacer las últimas fotos, preparar un informe, recoger y cerrar la tumba… Sólo unos pocos obreros trabajarán con nosotros, por lo que la mayoría de ellos se despidieron hoy de nosotros hasta el próximo año, en-sha-ala, esto es, si Dios quiere.

Vida cotidiana