19 febrero 2002

Trabajo de campo

Hasta los huesos

Los obreros, distribuidos en varios grupos, han continuado el trabajo en varios sectores del yacimiento. Por encima de la tumba, en la esquina Noroeste, se ha mejorado y ampliado el pequeño muro de piedra que encontramos nosotros ya levantado. En el sector Sur y Este, Marga ha estado supervisando la exhumación de la parte inferior de la momia humana que salió la semana pasada. Poco después, salieron restos de una segunda momia, además de gran cantidad de cerámica, lino con restos de ‘bitumen’ y fragmentos de cartonaje policromado. En la misma zona, se han encontrado cinco conos funerarios, tres de ellos con inscripción y pertenecientes a Djehuty.

En el sector Norte, Andrés ha controlado la limpieza de los restos revueltos de otra momia. También han salido a la luz seis fragmentos de relieve, dos ‘conos funerarios’ con forma de prisma, un cono funerario de Djehuty y otro fragmento de la tablilla estucada con un estudio de artista sobre una cuadrícula que encontramos anteayer.

Trabajo de gabinete

A primera hora, Alicia y José Manuel han vuelto a tomar medidas en la tumba de Hori, prestando especial atención a los ángulos que forman unas paredes con otras.

Alicia ha aprovechado y ha ido tomando muestras del suelo para que, posteriormente, éstas sean analizadas y poder conocer así su composición en sales, fosfatos, acidez, etc. Esta es una información importante a la hora de planificar la conservación del monumento.

Otro día más, Ana ha seguido con las fotos. Primero fotografiando algunos de los materiales delicados que iban a ser ya envueltos y guardados, luego ha terminado de documentar las inscripciones y las escenas en relieve del vestíbulo de Djehuty. En la misma sala, José Manuel dibujaba y describía en las fichas de materiales los conos funerarios encontrados hoy, mientras Alicia y Antonio trabajaban en la clasificación y consolidación de los materiales más relevantes.

A última hora, hemos recibido la visita de la misión argentina, encabezada por Violeta Pereira. A pesar del breve tiempo que pudieron pasar dentro, fue suficiente para que se dieran cuenta de la belleza e importancia de las dos tumbas y del largo e interesantísimo trabajo que tenemos por delante.

Vida cotidiana