19 enero 2022

Hoy ya hemos sobrepasado el centenar de trabajadores en el yacimiento. El nivel va descendiendo en la excavación y, poco a poco, las acumulaciones de piedras van ocupando más y más terreno en el sector 10 y 11. Coincidiendo con el nivel de base de estos túmulos, ha aparecido el primer conjunto de restos humanos desmembrados y arrojados de cualquier modo por los saqueadores de tumbas. Tenemos así identificado el primer nivel de suelo por debajo de la superficie del terreno cuando empezamos a excavar aquí.

A Laura le ha salido un fragmento de un shabti de arenisca de gran tamaño, inusualmente grande y muy bien tallado. Pero las sorpresas han surgido hoy en la zona supervisada por José Miguel. Justo por debajo del nivel de basura que tan pacientemente están retirando sus trabajadores, ha aparecido un fragmento de la cámara pintada de Djehuty, con parte del texto escrito en tinta negra y parte en rojo. Todavía no se puede identificar el pasaje del Libro de los Muertos al que podría pertenecer. Sigue siendo sorprendente que fragmentos de la cámara sepulcral de Djehuty aparezcan a setenta metros de la entrada a la tumba. Un poco más tarde, justo en el limite de la excavación, apareció un ostracón de caliza, con la representación de un babuino. Curiosamente, días atrás habíamos hallado la figurilla de un babuino moldeada en barro.

A media mañana, Pía y yo nos hemos ido al almacén que tiene el Ministerio de Antigüedades muy cerquita de la casa que utilizó Howard Carter cuando excavaba la tumba de Tutankhamun, para comenzar la restauración de una estela hallada en el año 2020. La estela es de un estilo naïf muy atractivo, característico del Segundo Periodo Intermedio. La hallamos dentro de uno de los pozos rota en pedazos, al final de campaña nos al arrebataron para traerla aquí, y este año nos hemos planteado dejarla lo más consolidada y bonita posible.

En el yacimiento hemos adoptado hoy una mascota, un perrillo recién nacido precioso, cuya madre parece ser que murió hace un par de días. Le hemos llamado Tutu por lo de Tutuya, haciendo honor a José Miguel, que ha investigado los shabtis del personaje con este nombre, y teniendo en cuenta que hoy era su cumpleaños. De postre de la comida, el cocinero del Marsam le ha preparado a José Miguel y a Jesús (ayer fue su cumpleaños, pero no lo pudimos celebrar porque se había ido a El Cairo) un pastel de chocolate gigante, que nos hemos comido amenizados con canciones y bailes. No hay nada mejor que cumplir años en el Marsam, en campaña de excavación. Kulu sana u anta tayib!