19 enero 2004

Trabajo de campo

Cuando llegamos al yacimiento, a las siete de la mañana, Alí ya había puesto a trabajar a la gente para quitar la basura de la parte que hemos “anexionado” a nuestro área. A primera hora, Oscar y José Manuel se pusieron a excavar un agujero circular que hacía unos días habíamos sacado a la luz al limpiar el suelo del patio de la tumba intermedia. En su nivel más superficial encontramos pequeños fragmentos de cerámica, la mayoría del mismo tipo; debajo, un relleno de barro. Las paredes del pequeño agujero presentaban restos de enlucido y mortero, es decir, que había sido cuidadosamente tallado en la roca madre y sus paredes recubiertas. Parece ser que fue realizado en la primera ocupación del patio de la tumba tras el enterramiento de su propietario, pero todavía no estamos en condiciones de aventurar una fecha, ni de apuntar su uso.

En el interior de la tumba de Djehuty, Montse y Ahmed (al que, entre nosotros, hemos bautizado cariñosamente “little grasshoper”) han estado limpiando unos «churretes» de cemento que mancharon parte de los relieves del vestíbulo cuando el Servicio de Antigüedades construyó el techo que los protege, hace casi cien años.

En la parte de arriba de las tumbas han aparecido varios fragmentos de una cerámica policromada y con una moldura representando una serpiente. Mohamed Farouk ha vuelto a demostrar su ojo y buena mano para recomponer piezas de cerámica.

Trabajo de gabinete

La actividad de la mañana se ha visto alterada por una pelea entre los vecinos de las casa de Dra Abu el-Naga que están junto a nuestra excavación. El aguador decidió esta mañana ampliar la zona exterior de su casa corriendo su banco hacia el camino y marcar su nuevo límite con un tronco y unas piedras (tal vez influido por la ampliación de nuestro yacimiento). El caso es que la madre del chico que nos sirve el té, Mohamed, que vive más arriba, protestó enfurecidamente. La mujer del aguador le respondió bruscamente y entonces fue cuando se armó. Salió el hijo del aguador como una fiera y se enzarzó con el padre de Mohamed. Uno de nuestros trabajadores que vive en el pueblo, en una casa un poco más abajo, corrió a separarles y acabó insultado y metido en medio de la trifulca. En fin, cosas de vecinos; que no se pueden correr los bancos así como así… Al final se calmó el ambiente y el trabajo prosiguió con normalidad.

Al final de la jornada hemos montado la ampliación de una de nuestras jaimas y hemos colocado la flamante pancarta de Telefónica Móviles, nuestro patrocinador, con el “logo” del Proyecto Djehuty. Curiosamente, como signo de buen presagio y de un largo patrocinio y colaboración, en el pequeño agujero que excavamos para fijar uno de los soportes de la jaima, apareció un magnífico cono funerario casi completo y en muy buen estado de conservación, perteneciente al “portador del sello del bit y sumo sacerdote de Amón, Min-montu, llamado también Sen-res”. Es el primero que encontramos de este personaje.

Hoy por la noche se vuelve a España Juan Ivars. Pero volverá dos semanas antes de acabarse la campaña para ayudar con la topografía final. Para compensar su marcha, llegarán a la misma hora Carlos Spottorno (el fotógrafo), Luis Priego (restaurador) y José Miguel Serrano (egiptólogo), que además, hoy es su cumpleaños. Todos le deseamos “kulu sana u anta tayib” (literalmente “todos los años y tú estando bien”).

Vida cotidiana