Hoy probablemente sea el último día que nos levantemos antes para sacar fotos del yacimiento limpio y sin gente. El interior de los pozos, donde continua la actividad, no sale en las fotos de fuera, y el exterior puede considerarse que tiene el aspecto de fin de campaña. Javier ha tomado prestada la pértiga de Sergio y hemos hecho una batida alrededor del yacimiento. Las tomas son casi como si estuviéramos en globo, pero mejor, pues la pértiga nos permite ir sin prisas y cuidar los encuadres. Las fotos han resultado excelentes.
En el pozo que supervisa Ana ha salido un nuevo fragmento de la cámara pintada de Djehuty, a casi cuatro metros de profundidad, en un nivel en el que abundan los grandes bloques de caliza. Por su parte, Amalia y Laura, siguen peleándose con los restos humanos caídos en medio del pozo. Cada vez nos inclinamos más a fechar los cuerpos en la dinastía 17 o comienzos de la dinastía 18, en consonancia con la cultura material hallada junto a los cuerpos.
El pozo de Bea y Gude también tiene los restos de una momia humana tirados en medio del pozo. Después de hacer fotogrametría, y cuando ya estábamos dispuestos a retirar la momia, apareció un shabti de madera junto a unas vendas de lino. La figurilla tenía parte de su inscripción todavía conservada sobre las piernas, escrita en signos jeroglíficos trazados con tinta negra, sobre el fondo pintado de amarillo. En las primeras dos líneas se puede leer que era “El iluminado, el Osiris, dignatario y portavoz de Nekhen, Teti-ankh, justificado de voz…” La figurilla ha perdido la parte derecha de la cara, pero el resto se conserva bastante bien. El nombre de Teti se entiende como una abreviación del nombre Tot/Djehut(i), y es característico de la dinastía 17 y comienzos de a dinastía 18. Todo parece indicar que el pozo fue saqueado en época antigua, pero se libró de los ladrones modernos.