Hoy hemos seguido con todos los trabajadores, pero la mayoría han estado en la zona donde se acumula la basura moderna, un cúmulo de plásticos, zapatillas desgastadas, telas raídas, jeringuillas, tapones de botella, todo mezclado en una tierra grisácea y pulverulenta. El objetivo es quitarnos el estrato del siglo XXI y segunda mitad del XX, para poder el año que viene ir directamente a niveles más interesantes. Hoy, realmente, los únicos que han excavado han sido David y Ana con Gamal. Habían decidido también ellos parar hoy, pero como llevan todos los materiales procesados al día, van a intentar terminar de excavar la cámara sepulcral de su pozo. Ya sólo les queda el estrato inferior, el nivel del Reino Medio, en el que en el exterior y a la entrada hallaron las jarras de cerveza. Hoy han encontrado una nueva figurita de madera de una maqueta.
Al margen de la excavación hay muchos otros trabajos que también van llegando a su fin. Las nuevas cancelas para los pozos están ya terminadas y queda sólo adaptarlas bien a las irregularidades del terreno que les rodea. El techo de Djehuty ya está terminado de pintar, hemos quitado los plásticos que protegían las paredes y ha quedado sencillamente fenomenal. A la gran tumba asociada al jardín que excavó Carlos le hemos instalado una cancela de metal. Era algo difícil porque el suelo de dentro de la tumba y el de fuera tienen una diferencia de altura de más de metro y medio y, además, como se conserva parte del cierre original de adobe y restos de mortero enlucido en la pared, había que evitar a toda costa que la estructura metálica tocara cualquiera de estos elementos.
Hoy ha sido el último día de Miguel Ángel en el yacimiento. La tumba de Hery ha quedado ya casi lista para ser abierta al público. Hemos colocado a la entrada el cartel que la identifica, siguiendo el estilo de la de Djehuty. Creo que ha quedado espectacular. Con su peculiar estilo característico, Miguel Ángel ha organizado una pequeña fiesta, a base de bebidas y patatas fritas, con los trabajadores que han intervenido en la restauración de la tumba. A los egipcios les encantan las fiestas, y los españoles no les vamos a la zaga. Aquí te das cuenta de lo importante que son estos pequeños momentos, para hacer equipo y para expresar que todos somos importantes, que todos jugamos un papel dentro del proyecto conjunto.