18 febrero 2010

La recogida ha comenzado, aunque algunos del equipo todavía estaban hoy dando las últimas puntadas a algunos temas de trabajo. En el último momento hemos encontrado el asa de la pequeña jarrita para ungüentos de estilo chipriota hallada en pedazos en el pozo junto a la estatua de Djehuty. Omar la ha pegado rápidamente, María José la ha dibujado y, al final, Parra la a vuelto a fotografiar una vez más. Gemma ha terminado su estudio (preliminar) de las escenas e inscripciones de la tumba de Hery. Curro y Angie llevan varios días dándose una paliza tremenda, distribuyendo las cajas de materiales en distintos lugares y, lo más importante, anotando dónde se deja cada cosa: unas en el almacén que hemos bautizado como el de “la colina de la rata muerta”, otras en el pozo de la tumba –399-, otras en el pozo de la sala transversal de Djehuty…

A las nueve de la mañana, el mudir se ha marchado al “magazine” del Servicio de Antigüedades, para incluir en el Register Book las cuentas del collar de Djehuty, que ahora quedan en la misma caja que los pendientes hallados el año pasado. También llevó la tapa de vaso canopo con forma de cabeza de halcón, y el vaso canopo “falso” rematado por una cabeza de babuino. La formalidades llevaron poco más de una hora, y nuestro arcón volvió a cerrarse y sellarse hasta el año que viene. De regreso al yacimiento, el inspector Aamer y el mudir se detuvieron unos minutos en la casa que Howard Carter utilizó como residencia mientras excavaba la tumba de Tutankhamon y que recientemente se ha inaugurado como museo en su memoria. La entrada es gratis y merece mucho la pena, pues la ambientación está muy bien conseguida.

Hoy ha sido la última paga, que incluía una buena propina para nuestros trabajadores. Se lo han ganado con creces. Y para rematar la celebración de final de campaña, esta noche hemos quedado con algunos de ellos para cenar juntos al otro lado del río. Ellos la llaman “Fantasy”. A ver si sobrevivimos a esta…