Nos quedan ya pocos días de campaña y hay que ir redondeando el trabajo. La limpieza de la zona exterior de nuestra excavación, la ampliación que nos han concedido y donde apareció el fragmento de estatua real, está quedando estupendamente. El rais Alí Farouk ha dirigido la reparación y adecentamiento de una antigua vivienda que a partir de ahora se convertirá en nuestro nuevo almacén de objetos menores, huesos y cerámica de segundo orden. Y falta que nos hace, pues ya no sabemos donde guardar la cantidad de material que tenemos.
Joan ha terminado prácticamente el trabajo topográfico, y tanto él como Carlos se aplican en rematar los planos y dibujos que deben dar una idea clara del estado actual del yacimiento. Mientras tanto, Gemma está dedicada plenamente a estudiar los fragmentos recuperados de los relieves de la tumba de Hery, más de doscientos, con los que va a poder reconstruir buena parte de la decoración original de la tumba, empezando por la pared en la que se conserva la representación de la procesión funeraria. Parra la ayuda con las fotografías que servirán de base para realizar, ya en Madrid, un dibujo epigráfico utilizando un programa de dibujo vectorial. Jose Miguel sigue en el pozo de la sala transversal de Djehuty. Ya va por cinco metros y medio, y ha centrado su trabajo en una de las dos cámaras que hay en el fondo, en concreto la orientada al norte, donde se acumula una gran cantidad de fragmentos de piedra tallada, donde tenemos la esperanza de recuperar muchos relieves y fragmentos con inscripción.
La restauración de la capilla de Djehuy avanza a buen paso. Las estatuas del nicho del fondo, limpias ahora, tienen un aspecto inmejorable. Arriba, en la jaima grande, Curro analiza, cataloga y almacena los materiales procedentes de la cámara funeraria de Djehuty. Todo esto tiene lugar en medio de una intensa actividad de limpieza y adecentamiento del yacimiento, que tiene que quedar al final de esta campaña perfecto, como dice nuestro amigo Kamal “niquelao”.