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Vistas del yacimiento desde lo alto de la colina
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Comienza el montaje de la jaima de restauración.
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Montaje de la jaima de arqueología
Como el escaneo de la superficie del yacimiento ya ha terminado, hoy hemos empezado a levantar las jaimas en su lugar de siempre. Hemos aumentado el número de trabajadores, así que hoy nos hemos reencontrado con más de los veteranos, con Ibrahim, Salem, Ahmed, Hagag, Anter, Taalat… Con algunos de ellos llevamos trabajando juntos más de veinte años. La verdad es que es una suerte trabajar sintiéndote en familia. Todos ellos son, además de buenos excavadores, buenas personas, muy comprometidas y muy dispuestas a ayudar en todo momento.
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¡Ya casi lista para comenzar a usarse!
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Carolina y Marieta nos enseñan algunos de los resultados de los trabajos realizados con el escáner láser.
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Sección del yacimiento según los escaneos del escáner de Leica, que nos muestra el aspecto de la montaña por debajo, con multitud de tumbas y pozos excavados en la roca.
En el interior de la tumba, Carmen ha continuado con la epigrafía, mientras que los demás reunían y organizaban el material de excavación y restauración. Todo ha quedado listo para comenzar la excavación mañana. Esta noche se unen al equipo cinco miembros más: tres arqueólogos (José Miguel, Ainara y David), una ceramista (Zulema) y un arquitecto (Nacho). Así, el equipo de excavación queda bien conformado para comenzar a trabajar a pleno rendimiento.
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Rincones que, con pocos cambios, podrían remontarse a la antigüedad.
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Las garzas en los cultivos llevan nuestra mente a la belleza de los jeroglíficos egipcios
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Paisajes de cuento de las mil y una noches en los paseos de Tutu
A las diez de la mañana, como todos los años, hacemos un descanso de media hora para almorzar. El almuerzo es tipo egipcio, e incluye una lechuga muy alargada que los egipcios toman tal cual, sin aliñar, y que recuerda a las lechugas que se representan en las mesas de ofrendas y que debieron plantarse en nuestro jardín funerario del año 2000 a. C. Además de lechugas, en los jardines cuadriculados como el nuestro se solían plantar cebollas, que también forman parte del almuerzo egipcio de hoy en día, y se cultivan en rectángulos bien diferenciados del resto de los productos, como el trigo, habas, alfalfa, caña de azúcar.