La excavación en el Sector 10 Norte ha marchado bastante bien, y ya se ve perfectamente parte del pozo construido en adobe. La construcción no es de muy buena calidad, pero recuerda bastante al pozo de Intefmose. Parte del brocal de adobe fue en algún momento derribado y reconstruido con piedras caliza. Sin duda debió ser saqueado en época antigua, pero esperemos que quede algo del ajuar de su primer propietario al fondo del todo. A medida que se va bajando en la excavación vamos derribando el muro moderno que en su día levantamos para proteger el yacimiento de la actividad del poblado moderno Por su parte, un equipo dirigido por Carlos ha comenzado a excavar a la entrada de la pequeña tumba tallada en la roca que acaba rompiendo parte del techo de la sala más interna del monumento de Djehuty. La entrada está a un nivel más bajo que el nivel de la calle, por lo que para entrar hay que descender unos escalones. El tamaño de la tumba es pequeño, no conserva decoración y las paredes están ennegrecidas por el humo de fuegos encendidos dentro en época antigua. Aún así, nos interesa conocer su planta y, sobre todo, su relación urbanística con las tumbas vecinas.
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Juan manejando la estación total Leica frente a la tumba de Djehuty.
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Excavación en el Sector 10, visto desde arriba.
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Los adobes de uno de los extremos del pozo ya están perfectamente visibles.
Lucía ha terminado de montar hoy su “chiringuito” en la tumba de Baki y Ay. Una vez despejado el interior, ha instalado tres grandes mesas, Nacho ha llevado hasta allí luz, y con la ayuda de algunos trabajadores ha desplegado los bloques y fragmentos más pequeños que conservan parte del texto del Libro de los Muertos de la cámara sepulcral de Djehuty. Este es el único espacio suficientemente diáfano para dar cabida al despliegue de fragmentos que necesita Lucía para ir recomponiendo el puzle gigante..
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Yuma excava junto a la capilla de adobe del príncipe Intefmose.
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Mañana habrá que volver a dar los últimos retoques al montaje.
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Montaje de los shabtis de la dinastía XVII junto al ataúd rishi de Neb.
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El muro izquierdo del patio de entrada a la tumba de Djehuty ya está casi calzado y listo para retirar las vigas.
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Excavando a la entrada de la tumba que irrumpe sobre la de Djehuty.
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Zulema y Elena revisan la cerámica hallada en el área de José Miguel.
Pía y el mudir se fueron a las nueve de la mañana al almacén del Servicio de Antigüedades para organizar el traslado de los shabtis de la dinastía XVII al Museo de Luxor. Hubo que comprobar y recontar una y otra vez las piezas que salían de un lugar para ser ingresadas en el otro, se redactaron un par de informes y varios encargados los firmaron. Vinieron varios policías y compusimos un Convoy de cuatro coches. Desde el almacén hasta el Museo nos demoramos una hora, pues hay que cruzar el Nilo por un puente varios kilómetros apartado de la ciudad. Allí nos estaban esperando el grupo de conservadoras, de las que ya nos hemos hecho amigos de tanto trato. El montaje del stand que habíamos traído de España el año pasado se demoró más de lo esperado, y también llevó más trabajo de lo previsto el hacer un hueco al conjunto de shabtis junto al ataúd rishi de Neb. Como siempre pasa en Egipto, igual que surgen los problemas se van gradualemente solucionando y todo acaba bien. A las dos de la tarde, la vitrina había quedado estupenda en la zona antigua del museo, junto a varios objetos del tesoro de Tutankhamon