17 enero 2015

Ya teníamos ganas de empezar a excavar. Los días previos de preparación son necesarios y están muy bien, vale, pero tanta tranquilidad en el yacimiento llega a exasperar, acostumbrados como estamos ya a tanta actividad a diario. Hemos comenzado contratando a unos setenta trabajadores. Angie y David dirigirán a dos grupos cada uno en el Sector 10 Sur, comenzando en cuatro cuadrículas nuevas hacia el suroeste. En el Sector 10 Norte, José Miguel se encargará de tres equipos, que excavarán por encima de las estructuras de adobe que salieron a la luz en la campaña pasada y que todavía no tenemos claro realmente qué son. Los otros tres grupos quedan a cargo de Carlos y excavarán por encima de la tumba de Djehuty. Por necesidades de logística, del tránsito de los trabajadores que acarrean espuertas, nos vemos obligados a excavar de arriba abajo y no dejar ninguna zona sin excavar arriba, pues luego no podremos acceder a ella.

Por último, el mudir ha comenzado a excavar con Ibrahim por debajo del muro lateral del patio de Djehuty, tratando de alcanzar la tumba de la dinastía 11 que quedó oculta debajo cuando se alargó el patio. Es una apuesta arriesgada, no sólo por estar excavando debajo de un muro de adobe de tres metros de altura y un metro de anchura (lo que supone un peso considerable), sino porque el resultado final es o todo o nada, o hallamos un enterramiento intacto o no hallamos nada. El tiempo lo dirá.

Junto a la jaima grande, Hazem ha esparcido sobre esteras la cerámica procedente de los pozos que excavamos la campaña pasada, para intentar recomponer al máximo las vasijas rotas y que luego puedan ser dibujadas y estudiadas. Por su parte, Zulema ha seguido trabajando con la cerámica de época grecorromana y tardía. Dentro de la tumba de Djehuty, Nieves ha estado preparando el material de restauración necesario para los colegas egipcios que se nos unirán mañana.