17 enero 2010

La excavación empieza a coger ritmo poco a poco. Arriba de la colina, Carlos y su equipo siguen excavando en terreno “hostil”, es decir, en una terrera moderna de desechos orgánicos… Aún así, hoy ya han comenzado a aparecer objetos entre el revuelto, como un cono funerario con la impronta del sello legible. El trabajo aquí arriba no es nada cómodo, la vista del yacimiento es estupenda, sí, pero los trabajadores tienen que recorrer una larga distancia con las espuertas cargadas hasta la criba, y la temperatura hoy ha alcanzado 36º C.

En el patio de Djehuty, Saad sigue excavando en un terreno muy compacto. Hoy han salido a la luz algunos fragmentos de cerámica. En esta zona esto es una gran noticia, pues aquí no hay material revuelto y, por tanto, son el resultado de actividad previa a Djehuty. Pero tenemos que tener paciencia…

La excavación del segundo pozo de la tumba de Djehuty, el que se abre junto a la fachada, sigue su curso, sin sorpresas. Al fondo de la tumba, Nieves y Khakim continúan restaurando las paredes. De vez en cuando hacen un descanso y suben a ver a Pía en la jaima pequeña restaurando los tablones del ataúd de Djehuty.

Al final de la mañana, el rais Alí, junto con Sayed, Yuma y el mudir, han bajado al pozo funerario de Djehuty, a su cámara sepulcral. El año pasado dejamos el acceso a la antecámara y el acceso a la cámara pintada bien cerrados y con sensores de humedad y temperatura recogiendo datos periódicamente durante todo el año. Al abrir el cerramiento se notó que la humedad era aquí más alta que en la parte de arriba de la tumba. Así era cuando entramos la primera vez, pues el nivel de la capa freática está muy próximo, y con el cerramiento que dejamos la humedad ha tendido a recuperar su valor anterior a nuestra apertura. Además de dejarla bien cerrada, llenamos la cámara pintada con colchones de espuma casi hasta el techo, para que si algún fragmento se desprendía del techo cayera en mullido y no sufriera la pintura. Hoy hemos retirado los colchones porque mañana traerán la estructura de hierro que hemos encargado a medida para asegurar el techo y permitir trabajar dentro sin excesivos peligros.